"Lo que le vendría bien al Gobierno para la desmilitarización de la Guardia Civil y la creación de una cúpula izquierdista es un 23-F pequeñito". Estas son las palabras con las que Federico Jiménez Losantos ha asegurado que el presidente Pedro Sánchez busca forzar una especie de golpe de estado para terminar de "corromper" a la Benemérita.
Sus palabras han llegado a través de un artículo de opinión que ha publicado en su propio medio, Libertad Digital, donde ha apelado en todo momento al espíritu del golpe de Estado para asegurar que Sánchez e Iglesias dirigen al país a un escenario similar.
"Al Gobierno le falta un Milans, un Armada, capitanes generales que pudieran poner en duda, luego en jaque, el orden constitucional", asegura, pese a que la sombra de incitar a un golpe de estado contra el Gobierno solo ha surgido desde VOX y en alguna ocasión también del PP.
El partido de ultraderecha, de hecho, llegó a pedir sustituir al Ejecutivo por un Gobierno de concentración nacional, una tesis a la que posteriormente también se sumó Esperanza Aguirre.
Más explícito fue el biógrafo oficial de Santiago Abascal, el escritor Fernando Sánchez Dragó, que aseguró lo siguiente sobre las manifestaciones de las caceroladas: "¿Duele que la derecha salga a la calle? Ya lo hizo en el 36", aseguró, apelando a un golpe de estado que desangró al país en una guerra civil de cuatro años de duración.
Psicoanálisis a Pablo Iglesias
Dejando de lado estos llamamientos desde determinados sectores conservadores, Losantos no ceja en su empeño contra el Gobierno y, tras agitar la sombra del golpe, pasa a psicoanalizar a Pablo Iglesias.
Sobre él, afirma lo siguiente: "Actúa siempre mediante el mecanismo psicológico de la proyección, que consiste en culpar a los demás de lo que uno está haciendo o deseando hacer. Cuando acusa a la derecha, tan pardilla, de que está intentando un golpe de Estado, es que sueña con darlo".
Finalmente, Losantos termina apelando a la supuesta mala relación que existe entre Pedro Sánchez y el rey Felipe VI: "Entiendo el odio que a Felipe VI le tienen Sñanchez e Iglesias. Es lo que les falta: alguien que aliente un golpe fracasado y liquide el régimen. Si ellos se atrevieran, tendrían que hacerlo de civil o de trapillo bolivariano".