El FBI ha emitido este lunes 23 de mayo una orden de búsqueda y captura contra el catalán Alejandro Cao de Benós, al que acusa de conspirar junto a un ciudadano estadounidense para ayudar a Corea del Norte a evadir algunas de las sanciones económicas impuestas por EEUU, por lo que podría pasar hasta 20 años en una prisión estadounidense.
"Se busca a Alejandro Cao de Benós por presuntamente confabular para quebrantar la Ley de Facultades Económicas en Casos de Emergencias Internacionales (IEEPA). En concreto, confabuló para infringir las sanciones impuestas por los Estados Unidos contra la República Popular Democrática de Corea (RPDC o Corea del Norte) al colaborar con un ciudadano estadounidense para prestar de manera ilícita servicios relativos a criptomonedas a la RPDC", especifica la nota.
Cao de Benós, fundador de la organización Amigos de Corea y defensor del régimen de Kim Jong-un, según el FBI, habría reclutado a un "experto en criptomonedas" para proporcionar servicios al Gobierno norcoreano durante una conferencia sobre tecnología en Pionyang que organizó él mismo en 2018.
Ayudó en el viaje de Virgil Griffith
El Buró Federal de Investigaciones Estadounidenses detalla que el catalán facilitó el viaje del experto estadounidense Virgil Griffith al país asiático para asistir a la conferencia y que organizó un segundo evento sobre el tema dos años después.
Griffith, un antiguo desarrollador de la criptomoneda Ethereum, se declaró culpable el año pasado por conspirar para ayudar a Corea del Norte a evadir sanciones. Fue condenado en Estados Unidos a más de cinco años de cárcel y una multa de 100.000 dólares.
Cao de Benós publicó este lunes un mensaje en su cuenta de Twitter en el que se mostraba en Jerusalén y asegura no saber por qué se le busca, y se ha hecho viral por ello.
No sé por qué hoy todo el mundo me busca. Estoy en Jerusalén, al lado del Gólgota comiéndome un durum de falafel. pic.twitter.com/AYGcIflu1O
— Alejandro Cao (@DPRK_CAODEBENOS) May 23, 2022
Cao de Benós, de 47 años y que ejerce como representante no oficial de Corea del Norte en España, se enfrenta a un máximo de 20 años de prisión en Estados Unidos por los delitos de los que está acusado. No es la primera vez que se enfrenta a la justicia, pues fue acusado por la española por una presunta implicación en una trama de tráfico de armas que fue desarticulada hace seis años.