Mucho se ha hablado estos últimos años sobre la adicción a las redes sociales, a internet y al teléfono móvil. De Twitter a Instagram y de ahí al correo electrónico y después a Facebook, entre otras muchas más redes sociales, páginas web, etc. Todo esto sin levantar la cabeza de la pequeña pantalla.
Nuevas adicciones, nuevos problemas, sobre todo en jóvenes que parecen vivir la vida a través de los likes o las visualizaciones. Un mundo peligroso que puede acarrear problemas, por ejemplo, de dependencia y si hablamos de relaciones amorosas, peor, ahí surgen los celos.
Fatima Khan, una joven de 21 años se autoproclamó adicta a Snapchat, la primera red social que solo dejaba colgar vídeos o fotos durante 24 horas. Esta vez su adicción a grabar y subir su día a día se le fue de las manos.
Después de haber planeado acabar con la vida de su pareja en ese momento, cuando Khalid Safi yacía en el suelo con múltiples heridas de arma blanca, ella, su novia, se acercó a él y en vez de ayudarle o llamar a los servicios de emergencia, Fatima sacó su smartphone y comenzó a grabarlo.
Las imágenes de su novio moribundo agonizando en el suelo las colgó en su cuenta de Snapchat y en ellas se escuchaba a la joven diciendo que eso era lo que le sucedía a la gente que se metía con ella.
Todo estaba planeado
En el juicio sobre el caso de asesinato que fue llevado a cabo en el Tribunal Penal de Old Bailey, en Londres, se demostró que Fatima Khan había planeado el asesinato de su entonces pareja. Khan planeó que el hombre que la pretendía, Raza Khan, matara a Khalid Safi.
El abogado defensor de Fatima explicó en el juicio que la joven se encontraba en un momento de adicción a las redes sociales. "Es producto de una obsesión impulsada por el teléfono móvil. No es saludable. Puede ser la reina de Snapchat de Ilford" sostuvo el letrado.
Diario digital de un asesinato
Al llegar al lugar del ataque, Fatima, según informaron testigos, no parecía muy sorprendida. Comenzó a filmar el momento de la agonía de Khalid pero ahí no había empezado todo. Ese mismo día, Fatima le dijo a la policía que había discutido con su novio y que a modo de "pedir ayuda"había publicado las imágenes en Snapchat de parte de la disputa.
A continuación la publicación del asesinato, y por último, se ve como había cogido un Uber para volver a su casa y lo publicó: "Larga vida a Uber". Otra publicación mostraba un video de la alfombra de su casa cuando llegó y se le podía escuchar hablando con sus padres.
Fatima Khan nunca informó sobre el incidente y fue acusada de coautora de asesinato, con la variente de homicidio involuntario o conspiración para causar lesiones graves. Al final del juicio de cuatro semanas, el jurado la absolvió de asesinato, pero la declaró culpable de homicidio involuntario por un veredicto mayoritario según informa BBC News.