La invasión de Ucrania por parte del ejército de Moscú generará un dolor de cabeza para el presidente ruso, Vladímir Putin. Junto con las sanciones aprobadas por la Unión Europea y Estados Unidos, las autoridades han detenido a casi 1.400 personas en las manifestaciones surgidas en distintos puntos del país contra la guerra.
Putin está encontrando algunos problemas para justificar esta invasión y encuentra contestación interna, a pesar de que manifestarse contra las decisiones del Kremlin se paga en Rusia. Sin embargo, el relato existe y encuentra múltiples lagunas.
El régimen lleva tiempo creando un argumentario que expande mediante los medios de comunicación y que, también, difunde a nivel internacional mediante sus medios afines, como Russia Today o Sputnik. Pero, el problema, es que tiene demasiadas falacias.
1 El 'genocidio' en Ucrania
Putin ha asegurado que Ucrania estaba siendo objeto de un genocidio y que Rusia ha entrado en el país para liberar a su pueblo, mediante una 'operación especial', para "proteger a la gente que, desde hace ocho años, es objeto de maltrato y genocidio".
Es rotundamente falso. No hay informes de asesinatos masivos de civiles en Ucrania, pese a que todas las víctimas civiles del conflicto en el Este han sido documentadas rigurosamente por observadores internacionales desde 2014. La misión de la OSCE registra todos los muertos y heridos en sus reportes diarios. La gran mayoría de víctimas, además, murieron en la primera fase del conflicto, entre 2014 y 2015. Desde 2016, la cifra de muertes ha ido decreciendo de manera destacable.
Cabe recordar, además, que el concepto de 'genocidio' fue definido por la ONU en 1948 como el "crimen de exterminio premeditado, total o parcial, de un grupo nacional, étnico o religioso". No hay pruebas de que haya existido algo así en Ucrania.
2 Rusia realiza el ataque con el objetivo de defenderse
Putin ha llegado a afirmar que invade Ucrania porque "simplemente, no nos dejaron otra opción que defender a Rusia y a nuestro pueblo, que aquella a la que hoy debemos recurrir [...] Las Repúblicas Populares del Donbás pidieron ayuda a Rusia. En este contexto, en consonancia con el capítulo 7, artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, tomé la decisión de llevar a cabo una operación militar especial".
Es totalmente mentira que Rusia necesite defenderse de Ucrania, a la que incluso acusa de preparar una guerra contra Moscú, un país que multiplica su capacidad militar. El lenguaje y la manipulación, capaces de convertir al verdugo en víctima y viceversa.
Según Moscú, Donestk y Lugansk pidieron ayuda a Rusia, que envió tropas de paz, motivo por el que Ucrania preparó una venganza. Sin embargo, lo real es que estos hechos son la continuación de una ocupación del país que comenzó de manera soterrada en 2014. No hay pruebas de que Ucrania haya agredido a Rusia en ninguna ocasión.
3 El supuesto riesgo de invasión de la OTAN
Putin ha agitado constantemente el fantasma de una adhesión de Ucrania a la OTAN, símbolo de un avance de las fronteras militares de Occidente hacia el Este como una afrenta clara hacia Rusia y su perspectiva de orden social.
Lo cierto es que este avance solo se produjo durante el colapso de la URSS, cuando se incorporaron 14 estados, cuatro de ellos colindantes a Rusia. Nuevamente, Putin agita los temores del pasado. La situación de Ucrania únicamente ocurrió en 2008, cuando se abrió un horizonte de adhesión a la OTAN que no llegó a materializarse y quedó congelado sin volver a la agenda.
La OTAN únicamente ha reforzado sus recursos en el este de Europa después de 2014, tras la invasión de Crimea, al suponer una violación flagrante del de las reglas más básicas del derecho internacional. La alianza respeta la Carta OTAN-Rusia de 1997, que prohíbe el estacionamiento permanente de tropas de combate mayores en territorio de los países incorporados.
Como reacción al deterioro de relaciones, la OTAN comenzó a rotar cuatro grupos de combate en los Estados bálticos y Polonia. Se componen de 5.000 soldados, una cantidad irrisoria para hacer frente a los 850.000 soldados que dispone en activo Rusia, según la mayoría de estimaciones.
4 'Desnazificar' Ucrania
Putin argumenta esta invasión en la "desmilitarización y desnazificación" de Ucrania. Este argumento de la desnazificación es un habitual de la propaganda rusa y los bots relacionados con el Kremlin, que se alimenta en redes con fotografías del batallón Azov, un grupo de extrema derecha al que Ucrania se vio obligado a no renunciar en su momento cuando, sin ningún recurso, tuvo que recurrir a todos los hombres y armas que tenía disponibles en la guerra en el este. Sin embargo, la extrema derecha es marginal en Ucrania.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, pertenece a un partido similar a Ciudadanos en España. Es judío. Ucrania tiene un sistema democrático multipartidista con un régimen de libertades que envidiaría cualquier ciudadano ruso.
Putin, además, agita el nazismo para recordar el espejo de la II Guerra Mundial y la épica en la que el país luchaba por liberarse del nacionalsocialismo. Sin embargo, la situación dista de ser la misma y todo queda en una mera propaganda que, viendo el origen judío del actual presidente de Ucrania, puede resultar incluso sorprendente.