Aunque el deseo sexual no está en todos, ya que existen personas asexuales, los que sí lo tenemos sabemos que nuestro cerebro ayuda en gran parte a incentivarlo, pero no sólo este influye en nuestra libido, sino que también hay que tener en cuenta factores como la química, incluso en el sentido literal de la palabra. Y es que varios especialistas aseguran que la falta de apetito sexual puede deberse a la ingesta de medicamentos. Y a veces no tenemos más remedio que tomarlos.
El Servicio Vasco de Salud advirtió el pasado año en el informe Osakidetza que "aunque no existiesen muchos estudios que evalúen los efectos adversos de los medicamentos en la función sexual", habían observado que en la práctica clínica varios fármacos sí reducen el deseo sexual. Por ello elaboraron una lista con los medicamentos que "afectan a nuestra sexualidad".
El psicólogo clínico y sexólogo Fernando Villadongos asegura que existen antiinflamatorios y relajantes musculares que "afectan la sexualidad". Así que en este sentido recomienda que antes de medicarnos debemos preguntar a nuestro especialista para evitar sumar problemas a nuestra salud. Aunque estos no se sabe a ciencia cierta si afectan a nuestra libido, está comprobado que los antidepresivos sí lo reducen, ya que según explica Villalonga "suelen traer consigo una pérdida del interés sexual en muchos casos. Sobre todo la aparición de disfunciones erectivas en los hombres y de falta de apetito sexual en las mujeres". Sin embargo, no recomienda abandonar el tratamiento con atidepresivos, sino que aconseja que consultemos al médicos sobre la posibilidad de tratarnos con otros que no supongan un impedimento para, por ejemplo, tener un orgasmo o una erección.
Consultar al médico para tratamientos alternativos
Al igual que los antiinflamatorios o los antidepresivos, Villalonga asegura que los medicamentos para tratar la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares o las crónicas como la diabetes "conllevan factores de riesgo que afectan a nuestra sexualidad produciendo diversas disfunciones sexuales". Mientras que algunos antihistamínicos pueden producir problemas de erección.
Por eso mismo Villalonga invita a que nos informemos bien antes de medicarnos consultando a nuestro doctor o doctora si hay alguna alternativa a lo que nos suelen recetar. También insiste en que tenemos que tener en cuenta que los efectos secuandarios de los medicamentos tienen un límite de horas de duración, excepto los antidepresivos. Así, si sabemos cuando vamos a mantener relaciones sexuales podremos evitar tomar el fármaco para que no nos reduzca el deseo sexual.
