Los problemas de calvicie han supuesto un quebradero de cabeza para quienes los sufren. En España, esta problemática no representa una excepción, hasta el punto de situarse como el segundo país con más personas sin pelo en la cabeza del planetas on un 42,6%, en un ranking liderado por República Checa (42,79%).
El uso de fármacos para combatir los problemas de calvicie se encuentra a la orden del día y, ahora, un estudio liderado por la Universidad de Illinois Urbana-Champaign (Estados Unidos) ha desvelado que uno de ellos, empleado además en el agrandamiento de próstata, también tiene como beneficio la reducción del colesterol y, con ello, una menor probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares.
El medicamento en cuestión es la finasterida, conocida como Propecia o Proscar por sus nombres comerciales, que se concibe como un preparado para combatir los problemas de alopecia en hombres. Según una Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, desarrollada entre 2009 y 2016, se observó que los hombres que tomaban frecuentemente finasterida habían obtenido una importante reducción del colesterol, de hasta 30 puntos, respecto a aquellas personas que no lo tomaban.
A pesar de estos datos, los investigadores llaman en todo caso a tener paciencia, puesto que emplazan a la realización de un estudio más desarrollado que pueda permitir extraer conclusiones con mayor fortaleza. Entre los 4.800 hombres mayores de 50 años que fueron encuestados en el marco de este estudio, tan solo 155 tomaban el preparado.
Alopecia y colesterol
Los problemas de alopecia se pueden extender a todo el cuero cabelludo e, incluso, a todo el cuerpo. Su origen se sitúa en la herencia genética, cambios hormonales, afecciones médicas o como una parte más dentro del proceso de envejecimiento natural de las personas. Cualquiera puede perder pelo en la cabeza, sin embargo, esta afección es más frecuente en hombres.
Los signos y síntomas más comunes de esta afección son la pérdida gradual de cabello en la parte superior de la cabeza, presentar calvas circulares o irregulares o un aflojamiento repentino del pelo (que puede deberse especialmente a efectos físicos o emocionales).
El colesterol también tiene elevada incidencia en la población y, cuando se registran niveles altos en sangre, puede derivar en riesgo para la salud de los pacientes, puesto que puede provocar deficiencias en el buen funcionamiento del sistema cardiovascular.
Entre los riesgos que presenta esta afección, se encuentra el aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular, formación de placas en las arterias y una mayor probabilidad de sufrir un infarto. Para garantizar su correcto control, es necesario mantener una serie de hábitos saludables, así como una dieta equilibrada, ejercicio regular y, cuando sea necesario, el uso de medicamentos siempre recetados por un profesional sanitario. Además, es recomendable seguir controlar periódicos para conocer su estado y prevenir posibles complicaciones asociadas.