El primo de Isabel II, Lord Ivar Mountbatten, se casó este pasado sábado 22 de septiembre con James Coyle. Y aunque la boda no ha tenido la cobertura que sí que han tenido otras bodas anteriores dentro de la familia real británica, esta debe ser vista como un acontecimiento mucho más importante: es el primer miembro de la realeza británica que se casa con alguien de su mismo sexo. La sociedad está cambiando, la inclusión es cada vez más real (y nunca mejor dicho) y, por suerte, las personas son cada vez más libres de amar a quien les plazca.
Lord Ivar Mountbatten fue acompañado al altar por la que fue su mujer durante diecisiéis años, y con la que tiene tres hijas en común, Penelope Thompson. Thompson dio así ejemplo de que una pareja puede separarse y, pese a todo, continuar manteniendo una relación de amistad.
Queen's cousin marries in first royal gay wedding https://t.co/AZOonqmC7D
— MSN Australia (@MSNAustralia) 23 de septiembre de 2018
Cuando el matrimonio se separó, la sociedad británica comenzó a opinar, sobre todo cuando él explicó que había luchado durante los diecieséis años contra sus inclinaciones sexuales. Tras años de negación, y tras todo el pesar que eso debió suponer, finalmente se casó con James Coyle en una ceremonia íntima este fin de semana. A la ceremonia en cuestión no acudieron más de sesenta personas, entre las que se encontraban sus hijas y su exmujer, así como algunos familiares íntimos y amigos. Se esperaba ver a Eduardo de Wessex, pero este finalmente no apareció, aunque sí que acudió a la primera boda de Lord Ivard.
¿Será James Coyle un Lord tras el matrimonio?
Una de las grandes dudas ahora mismo es ver si James Coyle, marido de Lord Ivar, recibe también el título de Lord. Al haber contraído matrimonio, le correspondería, pero ahora mismo no es posible debido a que las leyes continúan siendo bastante homófobas en este sentido. Todo está un poco en el aire, puesto que hace cinco años salió un proyecto de Ley de Igualdad que recogía precisamente esta situación; habrá que esperar para ver qué sucede.
Es innegable que este matrimonio es un paso hacia delante en cuanto a la normalización de todas las tendencias sexuales, puesto que estamos hablando de una de las instituciones reales más antiguas de nuestro continente. Esperemos que todo continúe avanzando a buen ritmo.