La exhumación de los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos, tras agotar todas las vías legales en España, no ha impedido que la familia tenga la intención de continuar una batalla jurídica para enterrar al dictador "donde nosotros queramos".
Un miembro de la familia del dictador ha confesado al diario La Razón que intentarán forzar una segunda exhumación con un recurso que el abogado, Luis Felipe Utrera-Molina, presentará próximamente en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.
La familia asegura que se siente agraviada tras la reinhumación de Franco en el panteón familiar, en compañía de quien fue su viuda Carmen Polo: "Se encuentra cerrado bajo llave y cada vez que queramos acudir a ponerle flores debemos avisar con 48 horas de antelación. Ningún español tiene que sufrir ese agravio", lamentan.
Las intenciones son claras: cambiar la ubicación del dictador en otro lugar más solemne. La familia no lo oculta: quieren una tercera reinhumación. Y se amparan para ello en las libertades que se disfrutan en la España democrática: "Queremos enterrarlo en el lugar que deseemos como hace cualquier español hoy en día".
La familia confía en recibir el apoyo de Estrasburgo, aunque saben que este procedimiento será largo y costoso. Los plazos juegan a su favor, ya que aún disponen de seis meses a partir de la sentencia del Supremo de octubre para oficializar el recurso en los tribunales europeos. Por ello, prepararán un largo escrito en compañía de su letrado para convencer a los jueces sobre la idoneidad de trasladar el cuerpo.
Fuerte rechazo en Moncloa
El Gobierno en funciones de Pedro Sánchez se opone tajantemente a esta medida y es consciente de que la familia tiene como objetivo el panteón de la catedral de La Almudena, en pleno centro de Madrid.
El Ejecutivo se escudó entonces en la Ley de Memoria Histórica bajo el argumento de que el entierro de Franco en un lugar tan destacado podría convertir la catedral capitalina en un centro de perenigración fascista para toda Europa, como en parte ya se convirtió el Valle de los Caídos durante los últimos años.
La familia, mientras tanto, se siente afectada y se ve perjudicada por el Gobierno. Algunos de ellos han manifestado públicamente esta postura, como el bisnieto de Franco, Luis Alfonso de Borbón, que considera que su familia "ha sufrido trato vejatorio". Más contundente fue la considerada como 'nieta preferida' del dictador, Merry Martínez-Bordiú, que llegó a encararse con la ministra de Justicia en plena Basílica calificando la exhumación de "profanación".
"Las dos horas que se pasaron en la Basílica fueron muy duras. La familia rompió a llorar. Imagínate, en un templo sagrado donde el silencio es monumental, lo que fue oír las radiales, todo fue muy mecánico y agresivo...", asegura una fuente de la familia al diario La Razón.