Felipe Reyes, un hombre de 108 años en situación de calle, vivía en las peores de las condiciones. En una plaza a la intemperie de la localidad mexicana de Torreón. Durante el día, su labor consistía en reunir botellas de plástico para poder venderlas y así comprar comida.
Sin embargo, todo aquello ha quedado atrás: una familia se ha hecho cargo de su situación y ha decidido 'adoptarle' para que pueda vivir en su domicilio y convertirse en un miembro más de la familia. A sus 108 años, este hombre se encontraba solo, deambulando por las calles y decidieron que la mejor opción era darle la oportunidad de mejorar su calidad de vida.
En las redes sociales, uno de los integrantes de esta familia adoptiva ha comentado que el anciano había sido abandonado por sus 11 hijos y que finalmente, como consecuencia de ello, había terminado durmiendo y realizando toda su vida debajo de un árbol.
"Se me rompió el corazón"
Una de las miembros de la familia ha compartido los hechos en redes y ha escrito el siguiente mensaje: "Él es Don Felipe Reyes. Les cuento rápido, amigos... Iba caminando por la calzada con su bolsita de botellas. No dudé en regresarme y ofrecerle que se subiera al coche, algo que aceptó porque el sol era muy fuerte. Le subí al coche sin importar el tráfico que ocasione, le digo que dónde se queda y me dice que en una plaza, debajo de una palmera muy grande. Les juro que se me rompió el corazón".
La joven asegura que estuvieron dando vueltas por la ciudad y que le contó durante la c charla que tenía 108 años, que tuvo tres esposas en el pasado y once hijos; pero finalmente no ha guardado relación con ninguno y se ha visto viviendo en la calle.
Cuando la joven le preguntó por dónde se encontraban sus hijos, él dijo que le abandonaron. A raíz de aquello, ambos no se han despegado y Felipe ya se ha convertido en un miembro más de la familia, ya que vive con ellos sin ningún problema.
