La dificultad para la concentración, la impulsividad o la hiperactividad son algunos de los síntomas del trastorno por déficit atencional e hiperactividad (TDAH). Actualmente, hasta un 5% de los niños de la sociedad actual sufre este alteración del neurodesarrollo y la mitad mantiene este trastorno hasta su etapa adulta.
El problema, según la revista The Lancet Psychiatry y su estudio con casi 15.000 pacientes adultos con TDAH, consiste en que dependiendo de la edad de la persona que sufre el trastorno, esta necesita una medicación distinta.
En el estudio se han demostrado casos de pacientes que tenían una medicación de pequeños y que, al crecer, les ha dejado de funcionar, obligándoles a cambiar el tratamiento. Por ejemplo, el metilfenidato es una medicación que se da a los niños con TDAH pero que no tiene un uso permitido en casos del mismo trastorno en adultos.
Al investigar mayoritariamente los casos de TDAH en niños se deja de lado una parte del trastorno, esto puede incluso llegar a provocar una mala prescripción de medicamentos a los pacientes adultos y es uno de los motivos por los cuales hay una cantidad menor de fármacos para pacientes adultos de TDAH.
"Te encuentras casos en los que un estudiante de la ESO, cuando pasa a la universidad, no podría recibir el mismo tratamiento", comenta Narcís Cardoner, director del servicio de psiquiatría del Hospital de Sant Pau, en Barcelona.
Otros tratamientos posibles
El estudio realizado intentó probar distintas formas de tratamiento para adultos, cambiando de medicamentos o probando tratamientos sin fármacos, como la terapia cognitiva conductual, el mindfulness o la estimulación por corriente directa.
Este tipo de tratamientos sin químicos mostraron algo de eficacia, pero solo desde el punto de vista médico. Los pacientes no notaron ninguna mejoría.
Según los autores del estudio, todas las conclusiones de la investigación resultan en que es "la mejor base de evidencia disponible hasta la fecha para informar futuras guías que consideren los beneficios y los daños de las intervenciones disponibles para el TDAH en adultos".
Los autores de la investigación han querido centrar parte de su trabajo en las opciones existentes aparte de los psicoestimulantes para las personas con TDAH.
"Estos hallazgos refuerzan la importancia del tratamiento con psicoestimulantes para el TDAH, con un impacto dentro de las 12 semanas, pero no descartan que las intervenciones no farmacológicas puedan tener valor para tratar las complicaciones de este trastorno prevalente", comentaba Ashley Bush, investigadora en Psiquiatría y Neurociencia.
La conclusión de la investigación ha consistido en la importancia de buscar todo tipo de tratamientos adaptables a los adultos con TDAH mientras se prioriza la mejora de su trastorno y los síntomas de este, buscando el bienestar general de los pacientes.