Para algunas personas el sexo resulta un elemento primordial para su bienestar, pero para otras puede llegar a ser un verdadero problema que les quite hasta el sueño. Estas últimas tienen miedo a las relaciones sexuales y dentro de esta fobia existen otras muchas como la falofobia, es decir, el pánico a los penes.
El miedo que sienten las personas falofóbicas es hacia los penes flácidos y a los erectos, no hay distinción, el rechazo no entiende de estados en este caso. La explicación de este hecho tiene que ver con experiencias traumáticas que ocurrieron a una edad temprana o por el contrario, según explica la sexóloga María Esclapez en Papel, puede deberse a la educación o a las creencias religiosas o también al "olor, el sabor o la apariencia". Aunque hay personas que no saben el porqué de su falofobia: "En mi consulta la palabra que más repiten es 'asquito'. Es como preguntar a alguien por qué le dan asco las cucarachas. No saben explicártelo".
Se puede tratar
Como cualquier fobia, el miedo o asco a los penes también se puede tratar desde la psicología. Escaplez cuenta que las mujeres que acuden a su consulta suelen tener más miedo a sus genitales que a los de los demás y para ello la sexóloga recomienda que se masturben para "familiarizarse con su cuerpo, es como si se tocaran un pie". Según Escaplez la solución a este miedo que profesan algunas mujeres es que se conozcan así mismas para así evitar esta fobia.
Otras de las fobias que tienen que ver con la sexualidad es la coitofobia, es decir, miedo irracional a las relaciones sexuales con penetración. Estas personas suelen tener relaciones románticas placenteras en las que disfrutan de los besos o caricias, pero tienen miedo de llegar al coito. Hay otras que tienen miedo a desnudarse ante la presencia de alguien, es gimnofobia o nudofobia mientras que otras sienten temor a que les den besos, es decir, son filematofóbicos. Todas estas fobias se pueden tratar.
