Las personas intersexuales están de enhorabuena, al menos en Alemania. El país gobernado en los últimos años por la democristiana Ángela Merkel se ha convertido el primero a nivel europeo en permitir el registro de una tercera opción de género distinta del sistema binario establecido (femenino o masculino). Y esto no se ha logrado gracias a la voluntad de los partidos políticos, sino a una sentencia del Tribunal Constitucional (TC).
El fallo del órgano garante del cumplimiento con la Carta Magna alemana se ha producido gracias a Vanja, una persona de 27 años que en 2014 intentó modificar su género en el registro civil. Tras la negativa de la burocracia del país, denunció los hechos ante la justicia. Todas las instancias judiciales le habían negado este derecho hasta ahora no reconocido, pero el TC ha hecho justicia y ha fallado a su favor.
Ahora, dicha sentencia insta al Bundestag (el Parlamento alemán) y a los partidos que residen en él a modificar las leyes de aquí al 31 de diciembre de 2018 para que se permita el registro de las personas intersexuales o elimine la referencia a todos los géneros en el entramado burocrático del registro civil y los documentos oficiales.
El reconocimiento de un tercer género
Poco a poco, las personas del colectivo LGTBI van reconociendo sus derechos en diferentes países del mundo, pese a que todavía en muchos de ellos, por desgracia, se castigue duramente (hasta con la pena de muerte) a dichos seres humanos. En esta ocasión, Alemania ha dado un paso gigante y se suma así a países como Australia, que lo reguló en 2011, o Canadá, cuyos cambios legales llegaron hace unos meses.
El fallo del TC que dio la razón a Vanja establece que la Constitución reconoce el derecho al libre desarrollo de la personalidad en su artículo 2, algo que incluye la protección de la propia identidad y la expresión del género. Asimismo, negar el reconocimiento a un tercer género distinto del masculino o el femenino supone atentar contra los derechos inalienables de los alemanes. La Constitución alemana prohíbe expresamente la discriminación por razón de género.
Esta resolución amplía la norma aprobada hace cuatro años por el Bundestag. En dicha ley, se abrió la posibilidad a que la persona dejara en blanco el campo del género en el registro civil. Sin embargo, según los magistrados del órgano constitucional, pese al avance significativo, esta opción establece que la persona no tiene ningún género, cuando lo que realmente es correcto es decir que no pertenece a ninguno del sistema binario establecido.
Aquella norma también fue contestada por parte de los colectivos como el LGTBI. Desde diferentes asociaciones se mostraban preocupadas y temían que esta ambigüedad promoviera un aumento de las operaciones de los genitales impuestas por parte de los padres a los niños que todavía no tienen la capacidad de decidir sobre su propio cuerpo para "normalizarles". El partido de Los Verdes pidió prohibir estas intervenciones en la ley aprobada entonces, aunque sin éxito.
Dos posibilidades para la nueva norma
El fallo del TC abre la puerta a que los políticos legislen teniendo en cuenta dos posibilidades. Por un lado, la nueva ley podría simplemente introducir un tercer género y acabar con la discriminación hacia las personas intersexuales. En este sentido, no establece cómo debería llamarse este nuevo género.
Por otro lado, los magistrados indican que se podría eliminar cualquier referencia a los géneros de las personas, lo que supondría un gran cambio legislativo. Tanto el registro civil como los documentos oficiales no reflejarían si la persona pertenece al género masculino, femenino o a un tercero no establecido y que fue calificado por Vanja como "inter/diverso" cuando solicitó su modificación en el registro.
La pelota ahora se encuentra en el tejado de los partidos políticos. Pese a que existe, en teoría, una mayoría de parlamentarios favorables a los derechos del colectivo LGTBI, las negociaciones para la formación de gobierno entre los democristianos de la CDU/CSU, los liberales del FDP y Los Verdes (el denominado "pacto a la jamaicana") pueden suponer el principal escollo para los colectivos que abogan por abordar diversos temas LGTBI en la próxima legislatura.
Pese a la LGTBIfobia del partido de extrema derecha Alternativa por Alemania que entró en el Bundestag como tercera fuerza política, varias instancias ya se están tomando en serio -al fin- el reconocimiento de las personas intersexuales. El Parlamento Europeo y el Consejo de Europa han trazado el objetivo de prohibir las operaciones de reasignación de sexo en los niños impulsadas por sus padres, las llamadas "intervenciones para la normalización".
Incluso países como Nepal o India han regulado la posibilidad de registrarse bajo un tercer género o dejar en blanco este campo. Algo que, sin duda, pone en el punto de mira a los países considerados como democráticos, avanzados, occidentales y del "primer mundo".