El asalto a la vivienda de María del Monte e Inmaculada Casal fue planificado y los implicados contaban con información privilegiada. Sin embargo, un descuido ha puesto a los investigadores más que sencilla la tarea de encontrar culpables.
El líder de la banda a la que pertenecía Antonio Tejado, el boxeador ruso Arsen Garibian, perdió el día anterior al crimen un teléfono móvil, recuperado por un vecino de Gines y entregado a su pareja sentimental.
Así lo ha hecho saber la Guardia Civil en el último atestado proporcionado al Juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla, en el que se confirman las sospechas que señalaban a Antonio Tejado como "autor intelectual" del asalto que habría liderado "su íntimo amigo", el boxeador Garibian.
Un descampado, factor clave en la investigación
El Diario de Sevilla ha podido acceder al informe policial, que presenta una extensión de 259 folios, en el que se detalla cómo en la mañana del 24 de agosto de 2023, un vecino de Gines encontró en un descampado en la parte trasera de la vivienda de María del Monte un teléfono móvil que se utilizaba como "línea de seguridad" por el boxeador ruso.
Los agentes afirman que ese teléfono estaba en "el lugar exacto del posterior desarrollo de los acontecimientos", ya que el robo ocurrió finalmente en la madrugada del día siguiente. Pasadas las 2 de la mañana de esa madrugada, los teléfonos de los integrantes de la banda estaban posicionados alrededor de la vivienda de Gines.
Aunque puede ser conocido por los habitantes de la zona, los investigadores consideran que el descampado "es un sitio difícil de ubicar por cualquier persona que no resida en los alrededores, ya que se encuentra oculto y rodeado de viviendas en todo su perímetro".
El vecino que localizó el teléfono llamó de manera inmediata al servicio de emergencias 112 para informar de la pérdida del dispositivo, que sería recogido por la pareja del boxeador. Según los investigadores, esa situación no culpabiliza únicamente a Arsen Garibian, sino también a otros investigados, ya que es por esa zona donde se encontró el terminal por donde los autores acabaron accediendo en la madrugada del 25 de agosto a la vivienda de María del Monte.
La Guardia Civil tiene la teoría de que la banda actuó días previos al asalto como "método de preparación". Por ello, los agentes no descartan que en realidad, dada la presencia del conjunto de los investigados en el lugar durante la madrugada del 24 de agosto y el conjunto de sucesos observados, el asalto respondiera "a un primer intento fallido".
Antonio Tejado contactó con Garibian
El atestado de la Guardia Civil recoge tanto la investigación realizada sobre la localización de los teléfonos como los pinchazos de los dispositivos de los implicados. Aquí es donde los agentes encontraron que Tejado realizó hasta dos llamadas a esa "línea de seguridad" de su amigo el ruso.
La primera llamada tuvo lugar alrededor de las 22:06 horas del 23 de agosto -dos días antes del asalto- algo muy significativo para los investigadores puesto que entre el 1 de agosto y octubre de 2023, no se habían registrado más llamadas.
Antonio Tejado realizó la llamada minutos después de conversar con Inmaculada Casal, a la que habría preguntado en reiteradas ocasiones por el regreso de su tía a Gines. Tejado también había llamado unos minutos antes a su tía, pero ésta no había respondido al teléfono. Esta llamada del sobrino a María del Monte tuvo lugar a las 21:54 horas del 24 de agosto y María de Monte le devolvió de inmediato dicha llamada, confirmándole que estaba ya de regreso a su vivienda desde Madrid.
En cuanto a la segunda llamada del sobrino de la artista al boxeador ruso, esta tuvo lugar horas previas al asalto, concretamente, a las 17:49 horas de la tarde del 24 de agosto. A diferencia de la otra, esta llamada no obtuvo respuesta ya que el teléfono se encontraba en manos del vecino de Gines que lo había encontrado.
El asalto duró poco más de media hora
Exactamente 35 minutos. Ese fue el tiempo que duró el robo en la vivienda, comenzando sobre las 04:40 horas de la madrugada del 25 de agosto hasta las 5:15, cuando los cinco ladrones lograron hacerse con un botín valorado en un millón de euros y cerca de 15.000 euros en efectivo.
Los implicados accedieron a la vivienda por la parte trasera, conectada con el descampado, tirando la puerta abajo ya que sabían que el pestillo estaba roto. La seguridad que tenían los atracadores sobre el estado el pomo de la puerta llamó la atención de la Guardia Cvil, al considerar que disponían de "información privilegiada".
Los agentes sostienen que los asaltantes comenzaron a preguntar a María del Monte e Inmaculada Casal por la ubicación de la caja fuerte, que en un primer momento habían confundido con una "pequeña nevera de color rojo". Minutos después y con ambas ya maniatadas, los delincuentes golpearon en la cara a un familiar suyo, amenazando incluso con secuestrarlo si no recibían la contraseña de la caja fuerte.
A pesar de la violencia y criminalidad del asalto, la Guardia Civil señala que existía una "cierta sensación de protección" hacia ellas por parte de los autores, lo que hace sospechar a los investigadores que podrían haber recibido una orden -por parte de la persona que les dio lo que en el argot policial se conoce como el Santo, dar información privilegiada y ofrecerla a un tercero- para que no se agrediera a la pareja.