Desde el fatídico día en que unas puertas de supermercado se cerraron en torno a Eva Zaldívar para hacerle papilla, la tecnología en España no ha vuelto a ser la misma. La inteligencia artificial poco a poco se rebela contra el españolito de a pie y 2016 parece ser el año en que la rebelión definitiva de las máquinas tendrá lugar.
Si hace poco el miedo y la incertidumbre fueron los protagonistas de un desalojo en el Metro debido a un malvado error informático y días después los clientes de ING Direct sufrieron con impotencia como se quedaban durante horas sin acceder a su cuenta, esta vez un fallo en el servicio online de la declaración de la Renta provocó la ansiedad, el caos y la desolación de algunos contribuyentes que, resignados, hacían su borrador.
¡Este no es mi borrador! ¿Habré participado en un caso de corrupción sin darme cuenta?
Por si ya el simple hecho de hacer la Declaración de la Renta no fuera difícil de por sí, los usuarios contaron con un handicap inesperado: el borrador que estaban consultando no era el suyo. El documento al que habían accedido tenía la forma y la imagen corportativa de un borrador de la Renta oficial, pero los datos simplemente se correspondían con los de otra persona.
El susto de algunos contribuyentes fue tremendo y más aún en los tiempos que corren. Con todos los casos aislados de corrupción que han tenido lugar en nuestro país, no es descabellado pensar en haber perpetrado algún delito fiscal de forma totalmente insconsciente.
Lo cierto es que la web de la Renta 2015 empezó a registrar fallos desde un primer momento, al pedir la solicitud online del borrador. No fue hasta este miércoles cuando se produjo el intercambio de declaraciones, donde los usuarios podían acceder a los borradores de otra tercera persona con sus datos personales incluidos, tal y como ha confirmado la Agencia Tributaria. Algo así como cuando en el colegio la profesora no tenía ganas de corregir y nos pedía que nos corrigiéramos los exámenes entre nosotros.
El primer fallo desató un efecto dominó y la página acabó volviéndose completamente loca. Hasta las 19:00 horas del mismo día en el que se produjo el intercambio de borradores la Agencia Tributaria tan solo recibió 124.000 declaraciones, lo que se traduce en un 60% menos que el año anterior. Hoy, las aguas en la AEAT permanecen calmadas y todo ha vuelto a la normalidad, registrándose una media de 600 declaraciones por minuto, según informa el organismo.