La masacre que se está viviendo en Chechenia, con un estado que ampara y promueve la persecución y asesinato de todo tipo de personas pertenecientes al colectivo LGTBI (así como disidentes políticos) se está replicando en el extranjero.
Es lo que ha sucedido en Alemania, donde una banda de 100 personas se han dedicado a continuar el acoso contra los disidentes del régimen de Ramzán Kadýrov atacando a las mujeres y personas LGTBI que huyeron de la república rusa para encontrar una vida en libertad en Europa.
Según relata Teggespiegel, el grupo llegó a Alemania con el fin de castigar a toda la disidencia que huyó del régimen de terror impuesto por el ultraconservador Kadýrov. Los extremistas tienen la intención de hacer pagar su decisión, y ya han agredido físicamente a dos mujeres y un hombre, mientras que otras dos personas ya han recibido amenazas. La población chechena refugiada en Alemania es de 13.000 personas, por lo que el peligro se puede extender.
Los agresores cuentan con formación militar, aunque aún no se ha podido comprobar que fuesen directamente enviados por el Ejecutivo checheno (que acostumbra a ganar elecciones con el 97% de apoyos). Las autoridades alemanas están investigando.
La única prueba para identificar a los agresores es un simple vídeo captado por una cámara de seguridad en el que aparece uno de los atacantes con la cara cubierta. Y el peligro en las calles, mientras tanto, continúa.
Y el acoso no sólo se ejerce a golpes. Una mujer denunció que los acosadores le robaron el móvil para copiar todas sus fotografías en las que aparecía desnuda y enviárselas a todos asus contactos. Su propia familia intentó capturarla para mandarla de vuelta a Chechenia y ejecutarla. Ahora es objetivo prioritario de este grupo violento.
Llamamiento a la persecución
Uno de sus integrantes no ha dudado en coger la cámara, grabarse con una pistola apuntando al objetivo y decir lo siguiente: "Aquí, en Europa, ciertas mujeres y hombres chechenos que se parecen a mujeres hacen cosas indescriptibles...".
El mensaje continúa: "Aquellos que han perdido su mentalidad nacional, que coquetean con hombres de otros grupos étnicos y se casan con ellos, las mujeres chechenas que han elegido el camino equivocado y los que se llaman a sí mismos hombres chechenos... creednos que les pondremos en orden".
Los chechenos que residen en Alemania viven con el miedo en el cuerpo, temiendo que, quizás, tras cruzar la puerta de su casa no puedan volver a poner un pie dentro de su vivienda. Huyeron de Chechenia para escapar del miedo y siguen viviendo la misma situación fuera de sus fronteras.
Mientras tanto, la Policía no puede asegurar la seguridad de los chechenos, por lo que la amenaza no sólo es real, sino que aumenta: cada vez más personas con formación militar están uniéndose al grupo, lo que podría poner en alerta a Berlín para intensificar los controles en la frontera.