El Ministerio de Asuntos Exteriores ha actualizado su guía para los españoles que planean visitar Estados Unidos, reflejando los cambios en la política migratoria impulsados por el actual Gobierno norteamericano.
La modificación afecta a varios perfiles de viajeros, pero pone especial foco en las personas trans y en quienes podrían ser sospechosos de intentar trabajar de forma ilegal.
La advertencia llega tras movimientos similares en Reino Unido, Alemania, Dinamarca y Finlandia, y coincide con un repunte de incidentes en frontera. El caso de un científico francés al que se le denegó la entrada por mensajes privados críticos con el expresidente es solo uno de los más conocidos.
Recomendaciones para evitar conflictos en frontera
El nuevo aviso del Ejecutivo español destaca que las autoridades estadounidenses exigen que el sexo declarado en los formularios migratorios coincida con el sexo asignado al nacer.
Ante esta medida, se aconseja que los viajeros cuyo pasaporte no refleje su sexo biológico lleven consigo un certificado de nacimiento y consulten previamente con la Embajada o Consulado de EE. UU.
Además, se recuerda que sobrepasar los 90 días permitidos como turista o levantar sospechas de entrada con fines laborales puede derivar en detenciones en centros del ICE.
En estos casos, la comunicación con el exterior y las condiciones de los centros varían según el estado, por lo que se recomienda informar al consulado español en cuanto se produzca la retención.

Ni el visado ni la autorización ESTA garantizan la entrada: la decisión final la toman los agentes fronterizos, que incluso pueden acceder a las redes sociales o revisar dispositivos electrónicos en el control.
Desde la Confederación Española de Agencias de Viajes, su vicepresidenta, Eva Blasco, señala que esta tensión ha provocado un cambio de tendencia. "Los turistas no quieren arriesgarse a vivir un mal trago en el control de entrada", ha afirmado.