Una mujer ha sido expulsada de la piscina municipal de Montcada i Reixac, Barcelona, después de ser amonestada por dar el pecho a su propio hijo. La mujer, Sandra Zamorano, ha denunciado los hechos ante los medios: "No te sacas el pecho para exhibirte, sino para alimentar a tu hijo", defiende en una entrevista con el programa 'Espejo Público'.
Cunado un trabajador de la piscina le recriminó su actitud y le obligó a ir al vestuario, Sandra no supo como reaccionar: "Me quedé muy sorprendida cuando me pidió que fuera al vestuario a darle el pecho y no supe reaccionar".
Al salir del vestuario, la mujer decidió acercarse al recepcionista y mostrar su profundo desacuerdo con la decisión: "Le dije que en pleno siglo XXI no me parecía bien que se intentara tapar algo tan natural como la lactancia materna", afirma la joven.
Además, destaca que "nadie se había quejado ni había mirado mal", por lo que todo apunta a que el recepcionista actuó de 'motu proprio' a la hora de expulsar a la joven de las instalaciones.
El recepcionista de la piscina tampoco dejó lugar a dudas sobre el motivo que llevó a expulsar la mujer de las instalaciones: le dijo que "tenían una imagen que guardar". Por todo ello e indignada ante esta situación, decidió coger una hoja de reclamaciones y, además, decidió publicar lo sucedido en redes sociales, ya que considera que "es una cosa muy importante".
El chico me dijo que nadie se le había quejado, pero que lo hacía para evitar las quejas
Sandra rememora los argumentos que este empleado esgrimió a la hora de justificar su decisión: "El chico me dijo que nadie se le había quejado, pero que lo hacía para evitar las quejas".
Posteriormente, reconoce la chica de la recepción "se disculpó" y cargó toda la culpa sobre este empleado: "Me dijo que era un aacción unilateral del trabajador, ya que las normas de la piscina no prohibían dar el pecho del bebé".
La empresa, mientras tanto, "dice que el recepcionista malinterpretó las medidas de seguridad frente al COVID-19", aunque Sandra no lo comprende porque entiende que "en el vestuario hay mayor peligro de contagio al ser un lugar cerrado".
Sandra afirma que amamantó a su hijo "de la forma más natural" y lamenta "que en pleno siglo XXI todavía hay gente que, al ver dar el pecho, se escandaliza y lo ve como una cosa sucia, cuando en realidad es un momento bonito con tu hijo".