La Comunidad de Madrid continúa rebajando su incidencia de coronavirus en los boletines que emite su Gobierno, aunque luego los corrige con el paso de los días, algo que tanto la presidenta como los medios afines consideran como "un milagro".
La situación ha llamado la atención de todos los expertos, ya que no hay que olvidar que la región está siendo especialmente laxa con las restricciones. En teoría, es la que mejor conjuga salud y economía, mantiene centros comerciales abiertos, bares y restaurantes; e incluso salas de fiestas aunque con restricciones.
Pero estos datos y su llamativa variación en la incidencia hacen dudar sobre algunas de las herramientas que está empleando el propio Ejecutivo regional a la hora de llevar a cabo la medición de la evolución de la pandemia en su territorio.
La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) pone en duda los datos de Madrid. En este caso, pone el foco sobre los test de antígenos, defendidos por Oriol Mitjà como la mejor herramienta para contener la pandemia, pero que generan dudas entre los expertos.
A juicio de este organismo, la gran cantidad de falsos negativos que provoca la prueba baja mucho la estadística a la vez que continua con una expansión descontrolada del virus. El resultado: una falsa seguridad, un gasto de recursos innecesario y pérdidas de vida innecesarias. Por el momento, la sanidad madrileña se mantiene, pero los médicos avisan que es necesario contener los contagios para que las Navidades no sean un punto de inflexión.
Sobre esta cuestión, la SEE señala la necesidad de reforzar el servicio de rastreadores como una de las medidas más efectivas para combatir el virus: "La no realización de pruebas diagnósticas a contactos estrechos o su realización a personas sin síntomas podría favorecer una disminución de la incidencia acumulada", señalan en declaraciones a la Cadena SER. En este caso, es buena la política de test masivos, pero también primar a la persona que se está testando mediante el filtro del rastreo para aislar a quienes realmente pueden contagiar cuanto antes.
Este cambio de incidencia coincide con el aumento de pruebas de antígenos y la posible reducción de pruebas PCR. El Ministerio de Sanidad anunció el 23 de octubre que la región llevaba 93.501 test de antígenos, siendo el territorio que había realizado más pruebas en toda España.
El informe indica que la positividad cayó en 3,5 puntos en solo siete días, hasta alcanzar 12,1%. En ello podría haber influido la menor sensibilidad de los test de antígenos a la hora de detectar el coronavirus ya que, como hemos comentado, esta prueba no es capaz de detectar todos los casos y una PCR tiene una fiabilidad mucho mayor.
Hospitalizaciones y fallecidos
El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso sostiene que la cifra de hospitalizados ha descendido hasta el punto de encontrarse en la cifra más baja desde el mes de agosto, un 15% de ocupación. Sin embargo, el dato genera duda en relación con el número de positivos registrados en la región. La Consejería de Sanidad informó que el pico de nuevos casos que necesitaron hospitalización se alcanzó el pasado 30 de octubre, con 571 pacientes de coronavirus.
La Comunidad sostiene que el pico de ocupación de esta segunda ola fue el pasado 24 de septiembre, con un 26,14%, cinco días antes de que Madrid registrara el pico de contagios. Este número de nuevos ingresos registrados suele ser mezclado con el porcentaje de ocupación hospitalaria. Sin embargo, las tendencias en las UCI son distintas. El pico de ocupación se produjo el 2 de octubre, con 513 pacientes. Pero ahora la región sigue teniendo 397 pacientes en UCI, con un 31,81% de ocupación.
En cuanto a los fallecimientos, la Comunidad de Madrid ha registrado seis veces menos que en la primera parte de la pandemia. Otro dato contradictorio es que el mayor número de muertos causado por la Covid en Madrid en la segunda ola se produjo a la par que el pico de contagios. La última semana de septiembre se registraron 176 fallecidos, cuando lo normal es que semanas después del pcio de contagios se incrementen los fallecidos. Un caso similar al de los ingresos hospitalarios.
Las dudas ocasionadas por las cifras podrían indicar que los contagios en la región a finales de agosto habrían sido mayores a los informados por el Gobierno regional. "La meseta de las UCI en octubre nos dice que en septiembre hubo contagios poco controlados porque en la primera ola no vimos esa meseta. Después del confinamiento, la ocupación en UCI cayó de forma más pronunciada", ha explicado Javier del Águila al citado medio.
La Sociedad Española de Epidemiología, por su parte, señala que "quizá existan pocos datos sobre dónde se están produciendo realmente los contagios y podría ser interesante realizar un rastreo exhaustivo de una muestra de casos para poder conocer mejor el alcance de la transmisión domiciliaria, laboral, escolar, social". Y añade: "Tampoco existe información clara sobre el cumplimiento de las medidas".