¿Cuántas veces hemos escrito en Google nuestros síntomas y hemos esperado que este nos dé un diagnóstico? No eres la primera persona que lo hace. Y, por supuesto, que lo hace mal. Google no es nuestro médico. Y mañana no te vas a morir por un resfriado. Sin embargo, y aunque conocemos los peligros de creernos lo que nos dice Internet, seguimos buscando y prestando atención a las sugerencias y sentencias que nos marca Internet.
Lo último, aunque no tan antiguo, es querer encontrar remedios caseros que se pueden encontrar por Internet para poner fin a la candidiasis vaginal . Adiós a los geles y las cremas, ahora se llevan los ajos en la vagina.
El remedio, peor que la enfermedad
La ginecóloga estadounidense Jennifer Gunter ha explicado en Twitter los peligros de introducir este alimento en la vagina y se ha hecho viral: "Por qué no deberías ponerte ajo en tu vagina. Es una amenaza.El ajo contiene alicina que en el laboratorio puede que tenga propiedades antifúngicas (es decir, contra la levadura). Esto pasa en un laboratorio, ni siquiera en ratones. Sólo un soporte para células. Tu vagina no es un plato de células".
Why you should not put garlic in your vagina. A thread. Garlic contains allicin, in THE LAB it MAY have antifungal (i.e. anti yeast) properties. This is in a lab, not even in mice. Just a dish of cells. Your vagina is not a dish of cells. #vaginaisanogarliczone 1/8
— Jennifer Gunter (@DrJenGunter) 23 de abril de 2019
Gunter prosigue con un hilo de ocho tweets donde explica que "muchos aficionados al ajo vaginal recomiendan insertar un diente", pero es un diente que para que libere la alicina debe "cortarse o triturarse".
Lots of vaginal garlic aficionados (I SHOULDN'T HAVE TO TWEET THAT IN 2019, BUT HERE WE ARE) recommend inserting a clove. This means they don't understand for allicin to be released the garlic has to be cut or crushed. Sigh. #vaginaisanogarliczone 2/8
— Jennifer Gunter (@DrJenGunter) 23 de abril de 2019
Gunter recuerda que el ajo, como cualquier alimento, tiene bacterias y, a pesar de que tiene su propia piel protectora, está contaminado, ya que el ajo puede que contenga bacterias del suelo algo que se puede convertir en un patógeno, malo para el cuerpo.
La experta destaca que "un 50% o 70% de las mujeres que se autotratan contra las infecciones vaginales nunca las han tenido de verdad". Además, recalca que, normalmente, al no tener una infección como tal y tratarse de una irritación leve, esta podría resolverse con el tiempo y no necesitar el ajo.
La ginecóloga concluye su hilo recordando el efecto placebo que tienen este tipo de tratamientos: "Si piensas que te va a hacer sentir mejor, puede que se cumpla temporalmente". Asimismo, recuerda que, ante cualquier problema en la zona íntima, se debe recurrir a ginecólogos y expertos para el tratamiento correcto de una posible enfermedad.