Por una cuestión de higiene, es altamente recomendable lavar las toallas con frecuencia por diferentes motivos, especialmente relacionados con la higiene y el mantenimiento de su funcionalidad. Sin embargo, muchas personas no reparan en esta cuestión y no las introducen en una lavadora durante días.
El tiktoker y especialista Farmacéutico Fernández ha explicado la importancia de cambiarlas con alta frecuencia porque acumulan "más bacterias de las que imaginas". De hecho, insiste en que las toallas de baño se deben cambiar cada tres o cuatro días porque, tras cada uso, se quedan húmedas y crean un ambiente perfecto para la proliferación de bacterias, hongos y malos olores. En el caso de las de manos, deben sustituirse cada uno o dos días porque tienen un uso más frecuente y se comparten con mayor facilidad.
El experto también ha proporcionado una serie de trucos para mantener las toallas frescas y limpias en todo momento. Entre otros aspectos, dejarlas secas completamente después de cada uso hasta lavarlas con agua caliente y un buen detergente o evitar su uso más de lo recomendado para proteger la piel.
Un riesgo para la salud
Emplear una toalla que no se lava con regularidad puede suponer un grave riesgo para la salud. Esto ocurre porque puede ser un medio de transmisión de bacterias o virus, especialmente en algunos contextos como cortes, raspones o infecciones en la piel, que pueden terminar en graves infecciones. Por ello, el lavado frecuente elimina estos patógenos y evitan que se propaguen por nuestra piel.
