Un grupo de investigadores de la Universidad de California, en Berkley, quisieron comprobar si la riqueza de las personas tiene relación con su comportamiento con otras personas más desfavorecidas económicamente y para ello utilizaron el 'Monopoly', un juego de mesa basado en la compraventa de diferentes inmuebles, calles y empresas.
En este experimento, dos voluntarios se enfrentaban en el juego. Uno de ellos obtendría privilegios, como recibir el doble de dinero o poder lanzar varios dados, entre otros, mientras el otro jugador jugaría con las reglas normales. Desde el inicio de la partida, el participante sin privilegios carecía de opciones de ganar.
El experimento
Desde una sala, los investigadores fueron observando como el jugador que contaba con ventaja se mostraba mas alegre desde el principio de la partida. Mostraba señales de dominio a través de mensajes no verbales y producía mas sonido que su contrincante al mover la ficha. De todas maneras, el patrón que mas destacó sobre el voluntario 'rico' fue que se comportara de una manera prepotente e irrespetuosa sobre su compañero 'pobre'.
Al finalizar la partida, el jugador rico recibía la pregunta de porque había ganado. En ninguno de los casos aludía a las ventajas otorgadas desde un principio, si no a su capacidad estratégica generalmente.
El experimento confirmaba el efecto de la riqueza sobre el comportamiento, haciendo a las personas menos empáticas y mas irrespetuosas. Este resultado se respaldó con el de otros experimentos y se publicó en la revista Nature.
Otro de los experimentos otorgaba a ciertas personas 10 dólares con dos opciones, o compartirlos con otra persona o quedárselo para ellos mismos. Los resultados mostraban cómo las personas con rentas menores a 25.000 dólares compartían un 44% mas de dinero que las personas con rentas de 150.000 a 250.000 dólares.