La fuga de los exconsellers catalanes a cuenta del juicio por el procés no ha impedido que continúen cobrando un salario envidiable: nada menos que 80.000 euros cada año. Todo, a pesar de que no han pisado el Parlament en lo que llevamos de legislatura.
El más destacado es el exlíder de la Generalitat, Carles Puigdemont. Cada mes recibe un total de 2.871 euros netos al mes en 14 pagas, un total de 60.000 euros que llegan a su residencia de Waterloo.
El exconseller de Cultura, Lluís Puig, ha recibido un cargo como director de Proyectos Culturales de Ámbito Internacional, precisamente creado a su medida. Gracias a él, obtiene un sueldo público de 87.700 euros al año.
Otra de las más beneficiadas es la exconsellera de Agricultura, Meritxell Serret, que vive en Bruselas y cobra un sueldo público de 83.649 euros anuales. A ella la han nombrado también como delegada del Ejecutivo catalan ante la Unión Europea.
En Bruselas también se encuentra el extitular de Sanidad, Toni Comín, que sigue percibiendo 2,781 euros mensuales como diputado, a pesar de que aún no ha pisado el Parlament.
Comín mostró ante las cámaras, hace un año y durante el gobierno de Rajoy, un SMS con la siguientes palabras: "El plan de Moncloa triunfa. Sólo espero que sea verdad y que gracias a esto puedan salir todos de la cárcel porque, si no, el ridículo histórico, es histórico... Supongo que tienes claro que esto se ha terminado. Los nuestros nos han sacrifcado. Al menos a mí". Comín se mantiene en el Consell de la República, donde se solicitan donaciones de 10 euros para mantener los gastos de Puigdemont en Waterloo.
En cuanto a los políticos encarcelados, cinco de ellos cobran un sueldo que ronda los 60.000 euros anuales. Son Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull y Raül Romeva. Cobran casi 3.000 euros netos al mes.
Un sueldo estratosférico para el mosso que ayudó a huir a Puigdemont de España
Los sueldos que perciben los políticos se unen al que recibe Lluís Escola Miquel, el mosso que ayudó a Puigdemont a huir de España escondido en el maletero de un coche y que evitó, con ello, su detención.
Para Miquel se ha creado un puesto como asesor en materia de seguridad con un salario de 76.000 euros anuales. Con él, supuestamente, podrá garantizar la seguridad del expresident sin problema. Un expresident que, por cierto, vive con temor a ser envenenado y no sale de su vivienda sin portar un chaleco antibalas.