La crisis sanitaria del coronavirus ha obligado a todos a tomar medidas para evitar su propagación. Mientras todos los cudadanos deben permanecer en sus casas en virtud del estado de alarma decretado por el Gobierno, la Familia Real también ha tenido que hacerse cargo de la situación. Así, por ejemplo, la reina Letizia tuvo que cumplir la cuarentena después de haber estado en contacto con Irene Montero, la ministra de Igualdad, que ha dio positico en la prueba del Covid-19.
Hay que tener en cuenta que trabajan muchas personas al servicio de la Casa Real, como el equipo de seguridad asignado a cuenta del Ministerio del Interior. A pesar de la situación, siguen trabajando con normalidad, aunque Felipe VI ha puesto a la Guardia Real a disposición del Ministerio de Defensa y ha renunciado a parte de su seguridad para que puedan realizar otras tareas necesarias en la zona de El Pardo.
Sin embargo, más de 30 agentes, según recoge Vanitatis, han denunciado las condiciones en las que se ven obligados a desempeñar sus labores ante esta difícil situación, lo que les hace temer por su seguridad, ya que trabajan sin las correctas medidas de seguridad. "Los escoltas hacemos lo mismo, las mismas horas y en los mismos lugares, sin prevención ninguna. Pedimos a los superiores que nos protegieran y lo único que hemos conseguido, muy poco a poco, es algunas cajas de guantes, gel y mascarillas. Además, ha tardado todo en llegar", señalan.
De este grupo de agentes, seis están de baja tras sufrir síntomas, aunque no han podido hacerse la prueba. Según Casa Real, no tienen conocimiento de ninguna de estas quejas y es que el problema vendría de la seguridad de las infantas Elena y Cristina, que gozan de escoltan por ser hermanas de rey.
Las infantas, el problema
La infanta Elena tiene 20 escoltas, de los cuales entre cuatro y seis se dedican a vigilar su casa. El resto, dado que no pueden salir, ha de permanecer en una habitación de 10 metros cuadrados con un sofá y una televisión a la espera de recibir órdenes o relevar a sus compañeros. El equipo de seguridad demanda que podrían reducir servicios.
Cabe señalar que a la duquesa de Lugo le costó aceptar el confinamiento impuesto por el Gobierno y estuvo saliendo hasta el último momento, yendo incluso de cacería. Ahora, son los escoltas los que tienen que ir a hacerle la comprar, sacar al perro y hasta tuvieron que ir a la Zarzuela para llevarle unos zapatos.
La infanta Cristina, por su parte, cumple con el confinamiento junto a sus hijos en Ginebra. De las 15 personas que conforman su equipo de seguridad, tres permanecen en Suiza sun posibilidad de volver con sus familias a España. Dado que no pueden salir de casa, denuncian estar realizando tareas que no les corresponden. Se quejan de que les han mandado a comprar medicinas a altas horas de la madrugada e incluso a comprar pizzas.