Raúz Díaz Cachón será liberado después de cumplir cuatro años en prisión preventiva, acusado de matar, descuartizar y quemar en una barbacoa a su mujer Romina Celeste Núñez. Es la decisión que ha adoptado la Audiencia Provincial de Las Palmas, ante la falta de juicio, sobre el que ni siquiera se ha fijado ninguna fecha.
Romina, Celeste, una mujer de 29 años "joven, extranjera y sin recursos que ejercía la prostitución para mantenerse económicamente", según sostiene la Fiscalía (Romina era una mujer sin recursos con dos hijos en Paraguay que traía de vez en cuando a España), que afirma que el acusado la consideraba "un ser inferior" y pide para él 20 años de cárcel, fue la primera víctima de violencia machista de 2019.
Han pasado cuatro años desde su muerte y el principal acusado sale a la calle sin fecha de juicio. Su marido, un ingeniero industrial de 44 años, declaró después de su detención que volvió a casa la noche de Año Nuevo tras consumir drogas, que la encontró fallecida, que se asustó, descuartizó el cuerpo y quemó al menos una parte en una barbacoa en el jardín.
Los vecinos, alarmados por el olor y las llamas, se presentaron en la casa y él les contestó que estaba preparando un asado. Una semana después, ante las llamadas insistentes de la madre de Romina, se presentó en el cuartel de la Guardia Civil y denunció la desaparición de su mujer.
Con estos movimientos, rápidamente se convirtió en el principal sospechoso porque además, 48 horas antes del crimen, Romina había acudido al hospital con lesiones. En aquella ocasión, no pudieron atenderla ni activar el protocolo por violencia de género, puesto que el marido se presentó en el centro y se la llevó con él.
Finalmente, la Guardia Civil lo detuvo el 13 de enero, cuando intervino su teléfono móvil. En una llamada, contó cómo se había deshecho del cuerpo de Romina. Después de quemar una parte en la barbacoa, desmembró el resto y lo metió en bolsas de basura. El acusado contó que había arrojado los restos al mar, eligiendo los puntos que Romina prefería.
La investigación todavía no ha podido determinar una causa exacta de la muerte. Los investigadores tan solo pudieron encontrar un pequeño trozo del pulmón de la víctima, del que extrajeron el ADN y del que se confirmó la identidad. El acusado permanece en prisión y ahora será excarcelado, a la espera de un juicio para el que todavía no hay una fecha.
La acusación particular alerta del riesgo de fuga
La acusación particular alerta, mientras tanto, del riesgo de fuga que representa la salida de prisión del acusado. Esta parte pide, además, que sea condenado por los delitos de maltrato habitual, uno de lesiones en el ámbito de la violencia de género, homicidio, profanación de cadáver y simulación de delito, por presentar una denuncia falsa sobre al desaparición de su esposa.
Esta parte intentó llegar a un acuerdo de conformidad, evitando el juicio, con una sustancial indemnización y rebaja de pena, pero la Fiscalía no ha colaborado en esta posibilidad.
A punto de que se orden la libertad, la Fiscalía ha pedido al juzgado imponer al acusado comparecencia diaria, retirarle el pasaporte y prohibirle la salida del país hasta la celebración del juicio. Mientras tanto, la acusación particular insiste en el riesgo de fuga.
