La vicepresidenta del Parlamento Europeo, la socialdemócrata griega Eva Kali, se ha visto involucrada en un caso de corrupción que vincula a Qatar con la Eurocámara. Pero Kaili, en realidad, ya contaba con una figura polémica en Grecia y contaba con una relación deteriorada durante los últimos meses en el seno del Partido de los Socialistas Europeos (PSE) y con su formación nacional, PASOK.
El caso por el que se encuentra investigada ha llevado a Kali a ser una de las cuatro personas a las que un juez belga ha decidido mantener en arresto e imputar por el delito de participación en organización criminal, blanqueo de capitales y corrupción.
A ella, se ha sumado su compañero, el italiano Francesco Giorgi, que también ha sido imputado y mantenido bajo arresto, mientras que el padre de Kali, a quien la policía detuvo el pasado día 9 mientras intentaba escapar con 600.000 euros en una bolsa, ha sido puesto en libertad condicional.
Sus divergencias con el PASOK
A pesar de que Kaili pertenece a los socialdemócratas griegos, el PASOK, lo cierto es que ha mantenido divergencias en la línea estratégica durante los últimos años. Su carrera política se ha enmarcado siempre en esta formación, desde los 29 años, cuando empezó en 2007. En 2014 se presentó a las elecciones europeas y recaló en el Parlamento Europeo, y a principios de 2022 fue elegida vicepresidenta de la Eurocámara.
Esas diferencias se han hecho palpables durante los últimos años, especialmente después de que en septiembre haya roto la línea de la abstención que el partido había adoptado respecto a la votación con la que se elegiría al próximo secretario de la Eurocámara.
Kaili se negó a abstenerse e incluso votó a favor de Alessandro Chioccetti, eurodiputado del Partido Popular Europeo (PPE), un movimiento que provocó duras críticas en su contra por parte de sus compañeros de grupo. Su relación continuó deteriorándose significativamente cuando, a finales de noviembre, durante un discurso en el pleno de la Eurocámara, la eurodiputada apoyó a Qatar al señalar que este país es "innovador" en sus derechos laborales y que se había convertido en objeto de 'bullying' por parte de Occidente.
Acusaciones de 'cercanía' a Nueva Democracia
La realidad es que las posturas de Kaili, en muchas ocasiones, son más próximas a los conservadores griegos de Nueva Democracia, que actualmente se encuentran en el gobierno, que a los socialdemócratas del PASOK con los que comparten filas.
Así lo evidenció en algunos casos como, por ejemplo, cuando estallaron las protestas previas a la firma del Acuerdo de Prespas en 2018, que puso fin a una disputa de décadas entre Grecia y Macedonia del Norte sobre el nombre oficial de este último país, donde Kaili apoyó abiertamente a los conservadores, al considerar una "traición" que se permita usar al país 'Macedonia' al aludir también a una región griega.
Kaili pertenece al sector conservador del Pasok, que actualmente ejerce de oposición interna al presidente de la formación, Nikos Andrulakis. Su relación con el presidente está totalmente rota por la postura que ella adoptó por un escándalo de espionaje en el que está inmerso el Ejecutivo conservador desde agosto: se intentó seguir a Andruakis y la respuesta de Kaili fue minimizar el escándalo.
Con todo ello, el PASOK la consideraba como un "caballo de Troya" entre sus filas que le había inmerso Nueva Democracia, hasta el punto de que descartaba incluirla en sus filas para las elecciones europeas de 2024.