España anda más que desconectada del festival de Eurovisión Junior. Desde la marcha de RTVE del certamen allá por el año 2007, el festival musical pequeño de la UER ha ido sumando ediciones, hasta el punto de celebrar su decimoquinta este 2018 en Minsk, capital de Bielorrusia.
Pese a que la televisión española puede ser considerada como la más destacada en la historia del festival al haber no solo ganado en 2004, sino registrar dos segundos y un cuarto puesto, diferentes circunstancias han llevado a que la pública ni se plantee volver al festival. Dudas con el formato, faltas de fechas y un poco de temor a meterse aún más en el mundo eurovisivo han llevado a que España no haya vuelto a un festival que poco se parece a aquel que comenzaba en 2003.
Sin embargo, para la edición de 2018 sí tenemos vueltas de relumbrón en el cartel. Luego del éxito en Lisboa de Netta Barzilai, Israel se sube de nuevo al carro del Junior, un carro que contará también con la vuelta de Francia al redíl. Permaneciendo solo cinco países de aquella primera edición en Copenhague, la UER puede sacar pecho con la edición al conseguir tener el mayor número de participantes de su historia con veinte.
Minsk, de nuevo
De cara a la sede de este Eurovisión Junior, John Ola-Sand y los suyos han apostado a lo seguro, dejando la responsabilidad a uno de los países más exitosos de la historia del festival: Bielorrusia.
Los bielorrusos, que no saben lo que es ganar un Eurovisión convencional, sí han levantado el trofeo junior en dos ocasiones, en los años 2005 y 2007. Precisamente en 2005, la victoria de Ksenia Sitnik dejaba sin victoria a un joven Antonio José y su 'Te traigo flores' en Bélgica.
Pese a tanta victoria e interés en el festival, Minsk nunca había celebrado el certamen. A diferencia del Eurovisión convencional, donde el ganador tiene el honor de celebrar el festival al año siguiente, en el junior la sede se elige por consenso, sin importar quien consiguiera ganar el año anterior. De esta forma, bajo el lema 'Light up', el Minsk Arena, con capacidad para 15.000 espectadores, será sede de la edición.
Gales abre un nuevo horizonte en el festival
Esta edición de Eurovisión Junior también servirá para introducir a dos países en el circuito eurovisivo: País de Gales y Kazajistán. Si bien el caso de los segundos sigue la mecánica clásica de ser un miembro de la UER que se apunta al festival sin más (con deseos de dar el salto al 'Eurovisión grande pronto'), las circunstancias de País de Gales son más que curiosas.
Luego de conseguir ser segunda en el 'Eurovision Choir of the Year' este mismo año, Gales llega a Eurovisión Junior bajo el beneplácito de la BBC, la que, luego de años hastiada con Eurovisión Junior, ha decidido retirarse dejando en manos de la S4C, televisión galesa, la explotación del evento. La televisión, única cadena en galés del territorio en Reino Unido, aprovechará el certamen para dar visibilidad a su lengua natal, con la esperanza de aumentar su presencia en el universo eurovisivo en eventos donde la BBC no quiera estar presente.
Francia finalmente dijo sí
Un último caso curioso respecto a este Eurovisión Junior 2018 lo encontramos en la delegación francesa y sus grandes dudas respecto a la participación. Y es que los galos llegaron a decir que no, y en una semana confirmar su participación en Minsk.
De la mano de Angélina y la canción 'Jamais sans toi', la France 2 retornará a Eurovisión trece años después para firmar su segunda participación en el certamen. Luego de ser sextos en 2004, los franceses se olvidaron de un festival al que ahora vuelven.
Récord histórico de participantes
De esta manera, el concurso podrá presumir de participantes y no tanto de notoriedad, ya que atraviesa al mismo tiempo sus peores datos de audiencia y formato, generando más de una duda en el seno de la UER. Volverlo a hacer infantil es el reto de un certamen que no puede quedarse a caballo entre un Eurovisión tradicional y un talent. Mientras, sobrevive con más participantes que nunca, algo que parece increíble.
Casi con la única suerte de ser un certamen interesante para nuevos países pujantes en el mundo eurovisivo, la fórmula del Eurovisión Junior no cala del todo. A sabiendas de que normas que le daban riqueza como que la composición quede en manos de los niños o respetar la lengua natal son cosa del pasado (el inglés aparece en casi todas las canciones), conforme más se parece el festival al convencional, más pierde.
Bajo esta tesitura, una Televisión Española abierta a cambios ya reconoció que "valorará la vuelta de cara a próximas ediciones", aunque de momento no es algo viable. Si bien la participación en el 'Eurovision Young Musicians' sí ha dejado a la pública magníficos datos de audiencia en La 2 y un programa cultural de calidad como es 'Clásicos Y Reverentes', la vuelta de un formato Eurojunior o similar deja muchas dudas. En un país donde 'La Voz Kids' rompe récords, algo nos dice que el esfuerzo de TVE llegará, aunque aún no se le espera.
