Recta final para la versión infantil de Eurovisión. Tras una edición en la que el coronavirus también hizo mella el pasado mes de noviembre de 2020, el Festival de Eurovisión Junior volverá con las pilas cargadas el próximo 19 de diciembre desde París (Francia) y dará la bienvenida sobre el escenario a 19 países, según confirma la Unión Europea de Radiodifusión (UER).
La cita tendrá lugar desde el auditorio La Seine Musicale, a orillas de río Sena, un espacio multiusos que podría acoger hasta 6.000 personas en directo. No obstante, aún es pronto para confirmar si admitirá la presencia de público en vivo, como ocurriera con su homónimo adulto el pasado mayo en Róterdam. Al parecer, los organizadores galos estarían barajando posibilidad de elaborar un plan que, de nuevo, incluyera cuatro escenarios diferentes.
Si bien el año pasado solo 13 países pudieron formar parte del evento debido a las especiales circunstancias bajo las que el festival tuvo lugar en Varsovia, ya fuese debido a las restricciones impuestas por las autoridades a causa de la pandemia del coronavirus, o por recortes en el presupuesto de las cadenas de televisión, este año no solo volveremos a ver y escuchar a los mismos países, excepto a Bielorrusia, sino que otros como Albania, Armenia, Irlanda, Italia, Macedonia del Norte y Portugal volverán a luchar por la versión reducida, en tamaño, del micrófono de cristal diseñado por Kostra Boda. Esta es la lista completa:
19 countries will participate in the 19th Junior Eurovision Song Contest on 19 December! ????????
— Junior Eurovision (@EurovisionJr) September 2, 2021
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Radio Televisión Española regresará probablemente con sed de venganza tras dos exitosos terceros puestos cosechados en sus dos últimas participaciones, de la mano de las jóvenes promesas Melani García y Soleá. La cadena pública confirmó el pasado mes de julio en Benidorm, durante el anuncio de su selección nacional para el festival de adultos, que volverían a intentarlo una vez más. Y por lo que se puede anticipar, con algo muy potente bajo el brazo. Además, sus directivos no descartan regresar a un proceso público de selección en el futuro. Según fuentes cercanas a Los Replicantes, la representación española se dará a conocer el próximos días.
Mientras que muchos de los países ya se encuentran perfilando sus finales nacionales, incluso algunos de ellos, como Países Bajos, cuentan ya con varios temas finalistas, el supervisor ejecutivo de Eurovisión Junior, el sueco Martin Österdahl, ha mostrado su entusiasmo por el regreso al concurso de aquellos países que no pudieron estar en Polonia el año pasado. "Los preparativos hasta ahora desde France Télévisions han sido ejemplares y la edición de este año promete ser la mejor hasta la fecha. ¡Esperamos recibir a jóvenes talentos de toda Europa para darles cita en un evento verdaderamente mágico con muchas sorpresas!", ha señalado.
Un régimen en contra de los valores del festival
Eurovisión Junior vuelve más fuerte que nunca. El concurso, que acostumbra a ser objeto de las críticas por la cuestionable exposición infantil en televisión, constantemente puesta en jaque, además de las tradicionales polémicas y tópicos que se ciernen cada año sobre el mismo debido a la marca Eurovisión, ha sufrido un lavado de imagen en los últimos años tras las victorias polacas de Roksana W?giel y Gabor; así como la incursión del conocido Big 5, que conforman Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido, y que en su mayoría han vuelto a dar al festival una oportunidad con su retorno. La victoria francesa de Valentina el año pasado, con el corte 'J'Imagine', no hizo más que refutar la idea de que este evento estuviera de capa caída.
Por otro lado, sorprende ver en la parrilla a otras naciones que, como en el caso de Bulgaria o Azerbaiyán, se habían tomado un tiempo de descanso en el concurso, cuyas últimas apariciones se produjeron en 2016 y 2018, respectivamente. No obstante, los esfuerzos depositados por la delegación búlgara por regresar al formato han surtido finalmente efecto y buscarán un abanderado para el escenario de La Seine Musicale. Por otro lado, Australia y Gales, concursantes recurrentes desde hace varios años, volverán a tomarse otro año sabático y no viajarán a ver la Torre Eiffel en diciembre.
La falta de libertades en el país impuestas por el gobierno autoritario de Alexander Lukashenko, y el apoyo directo de los medios de comunicación estatales ha obligado al ente público bielorruso, Belteleradiocompaniya (BTRC), a darse de baja en el concurso, como ya ocurriera en Eurovisión 2021. Además, también ha perdido, al menos hasta nueva revisión, el derecho a transmitir cualquier programa ofrecido por la organización pública europea. El país había participado ininterrumpidamente en el formato junior desde su debut en 2003, por lo que a partir de ahora dejará vía libre a Países Bajos para continuar perpetuando su récord de participaciones.
El coitus interruptus bielorruso permanecerá vigente durante al menos tres años, aunque la organización del festival podrá revisar la condena y concederles el tercer grado, o directamente, la libertad de enviar un representante a los concursos de la UER si observan cambio alguno en la situación del país.