El Festival de Eurovisión 2024 ya ha llegado a las pantallas del viejo continente. La celebración de la primera de sus dos semifinales ha tenido lugar en el Malmö Arena de la ciudad homónima, que tiene el honor de acoger el certamen tras la victoria de la doble ganadora Loreen, que el año pasado triunfó con su éxito multiplatino "Tattoo".
Si bien, Loreen no llegó a asomar (aún) la cabeza, sí que lo hicieron la actriz sueco-canadiense, Malin Åkerman, cuya filmografía incluye series de televisión como "The Comeback" y "Entourage", y películas como "The Heartbreak Kid" o "Watchmen"; el -ya conocido- rostro televisivo y humorístico sueco de Petra Mede, que ya presentó el concurso en 2013 y 2016; y además de los 15 países participantes, las actuaciones de Eleni Foureira (Chipre 2018), Eric Saade (Suecia 2011) y Chanel Terrero (España 2022).
La gran incógnita de la noche ha sido resuelta: Serbia, Eslovenia, Portugal, Irlanda, Lituania, Finlandia, Luxemburgo, Croacia, Chipre y Ucrania han sido las diez primeras clasificadas que veremos en la gran final de este próximo sábado 10 de mayo.
Se cumplen los pronósticos
Teya Dora, Raiven, Iolanda, Bambie Thug, Silvester Belt, Windows95man, Tali, Baby Lasagna, Silia Kapsis y Jerry Heil & Alyona Alyona se verán las caras y dejan atrás a las propuestas de Polonia (Luna), Islandia (Hera Björk), Moldavia (Natalia Barbu), Azerbaiyán (FAHREE feat. Ilkin Dovlatov) y Australia (Electric Fields) que tendrán que volver a probar suerte el año que viene. Se cumplieron la gran mayoría de pronósticos, como la clasificación de Croacia o Ucrania, dos de las grandes favoritas de este año en las encuestas de los eurofans y las casas de apuestas; pero también sorprendió el pase de Eslovenia, a la que se daba por perdida, al igual que Serbia, y la intentona exitosa de Luxemburgo, que tras un parón de 31 años regresaba a Eurovisión con una artista que también se ha visto envuelta en polémica en los últimos meses por su origen israelí y la gestión de su candidatura por un equipo procedente de Israel.
La primera de las galas de Eurovisión 2024, como ya se preveía, en este sentido, no ha estado exenta de polémicas por la permanente tensión que acaece en torno al conflicto palestino-israelí en Medio Oriente, y que no ha evitado la participación del país en el certamen pese a las presiones de la comunidad de seguidores del evento y otras voces del panorama artístico, que desde hace meses ya condenaron los ataques e invasión israelí a Palestina y se opusieron a su inclusión en Eurovisión 2024. Sin embargo, no es la primera vez que Suecia hace frente a la problemática. En el año 2013, y en este mismo recinto, la noche de la segunda semifinal, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) y Sveriges Television (SVT) tuvieron que hacer frente a serias protestas por la participación de la aquel entonces representante Moran Mazor, que finalmente no logró clasificarse para la gran final.
Los cinco grandes, por primera vez en directo en semifinales
Una de las novedades, -que no sería la adopción de un nuevo tagline o eslogan-, ha sido la de la presencia en riguroso directo, al completo, al igual que los participantes que se jugaron el pase a la gran final, de los países que conforman el conocido grupo Big 5. En este caso, y por sorteo, le tocó el turno a Suecia, país anfitrión; Alemania; y Reino Unido.
Sus respectivos candidatos, los gemelos Marcus & Martinus, Isaak y Olly Alexander se subieron al esplendoroso y majestuoso escenario diseñado Fredrik Stormby y Florian Wieder. Y no dejaron títere con cabeza, porque incluso superaron los conceptos escenográficos de la gran mayoría de artistas que optaban a uno de los 10 pases disponibles para la gran final. Especialmente Reino Unido y Suecia, como firmes candidatos a la victoria.
Las leyendas eurovisivas que quieres
Y como de nostalgia va la cosa, la primera semifinal de Eurovisión 2024 también ha querido tener un gesto de complicidad con el público eurofán tras dar de nuevo voz a cuatro artistas que en el pasado estuvieron a punto de llevarse el micrófono de cristal y han gozado de una popularidad palpable en sus respectivos países, e incluso fuera del continente: es el caso de Eleni Foureira, que conquistó las listas de éxitos con "Fuego" en toda Europa, y que con una actuación reinventada, muy diferente a aquella con la que obtuvo la medalla de plata en Lisboa 2018, pero no por ello menos caliente, ha dejado claro por qué ya es una leyenda eurovisiva.
Lo mismo ocurre con el sueco Eric Saade (2011) que interpretó una nueva versión de su tema eurovisivo "Popular" (con el que además volvió a romper, literalmente, todos los cristales); y Chanel Terrero, con su esperado gran regreso y el estreno de una nueva coreografía, que a causa discordancias con el norteamericano Kyle Hanagami, creador de su puesta en escena original, no ha estado ejecutando los pasos de baile originales que tanto popularizó. Eso sí, los flashes de luz estuvieron, los movimientos de caderas también, y alguna que otra acrobacia no faltó, arrancando los gritos y los vítores de todo el Malmö Arena. Chanel finalizó con todo un gran despliegue pirotécnico, similar al de hace un par de años en Turín, con el que se volvía a coronar y revalidaba su condición de estrella eurovisiva.
Johnny Logan, triple ganador de Eurovisión -dos como artista principal (1980 y 1987) y una como compositor (1992)-; y Benjamin Ingrosso, representante de Suecia en 2018 con "Dance You Off" (7ª posición) y una de las mayores exportaciones de la música pop sueca en la actualidad, tampoco se lo quisieron perder. Antes del resultado final, Logan interpretó una preciosa y emocionante versión de "Euphoria" (original de Loreen), que a sus 72 años dejaba boquiabiertos a los telespectadores, grupo en el que nos incluimos, por el impresionante manejo de su técnica vocal. Ingrosso, interpretó un medley de sus temas más actuales, como "Look Who's Laughing Now", "Kite" y "Honey Boy", que hace unos días también interpretó en directo, en su propio concierto, en la Sala Changó de Madrid.
Eric Saade, el verdadero protagonista de la noche
El cantante sueco Eric Saade generó controversia al llevar un keffiyeh, un chal palestino, durante su actuación de apertura. La televisión sueca SVT, organizadora de Eurovision 2024, lo criticó por ello, argumentando que estaba utilizando su participación para hacer una declaración política en contra de la participación de Israel en el concurso. Saade, cuyo padre es palestino, defendió su elección en Instagram, afirmando que simplemente quería mostrar una parte de su herencia cultural. Sin embargo, su acción desató un debate sobre la inclusión de simbología política en un evento como Eurovisión.
A pesar de la explicación de Saade, la productora ejecutiva del Festival de la Canción de Eurovisión 2024 expresó su desaprobación por la utilización del escenario del concurso para hacer una declaración política. La situación subrayó las tensiones políticas presentes en el evento, así como la delicada línea entre la expresión cultural y la controversia política en un escenario internacional como Eurovisión.
Irlanda, también en el punto de mira
Bambie Thug traerá a Irlanda de vuelta a la gran final de Eurovisión por primera vez desde 2018 con su canción ouija pop "Doomsday Blue". Sin embargo, durante la conferencia de prensa de los clasificados de la primera semifinal después del espectáculo, Bambié reveló que le habían ordenado eliminar mensajes de apoyo a Palestina de su maquillaje. Bambie Thug optó por llevar mensajes en el script Ogham, un alfabeto de la Alta Edad Media utilizado para escribir el idioma irlandés temprano, en su rostro y piernas como parte de su actuación en Eurovisión 2024. Después de que se publicaran imágenes de los ensayos iniciales, los fans decodificaron rápidamente los mensajes dentro de esta pintura corporal, que incluían "Alto el Fuego", "Libertad para Palestina" y "Coronar a la Bruja".
Durante la conferencia de prensa de los clasificados de la primera semifinal, Bambie Thug fue preguntada por el periodista Tobbe Ek, del diario sueco Aftonbladet, sobre por qué era importante para ella incluir tales mensajes ocultos en su vestuario de escenario. Bambie respondió: "Fue muy importante para mí porque estoy a favor de la justicia y la paz. Desafortunadamente, tuve que cambiar esos mensajes a solo 'Coronar a la Bruja' por orden de la UER". Tras los aplausos de una selección de la prensa presente en la sala, Bambie Thug procedió a levantar la mano en solidaridad, un gesto a menudo hecho para indicar un acto de desafío.