Con sus idas y venidas, Macedonia lleva en Eurovisión desde el año 1996. Desde entonces, con más sombras que luces, los macedonios apenas han aparecido cinco veces por la final desde la instauración de las semifinales, acumulando ya seis ediciones sin actuar en la gala del sábado.
Ahora, tras un conflicto diplomático de gran calado, la mítica Antigua República Ex-Yugoslava de Macedonia dejará de llamarse así, para dar paso a Macedonia del Norte. Ahorrando más de una trabada de locutores y aficionados, de cara a Tel Aviv parece que los macedonios parten con una apuesta que podría acercarles de nuevo a la final de mano de una cara conocida: Tamara Todevska.
Y es que Todevska ya sabe lo que es participar en Eurovisión. Su experiencia allá por el año 2008 en Belgrado, donde junto a Rade Vrcakovski y Adrijan Gadza quedó a las puertas de la final con la canción 'Let Me Love You', promete ser garantía de éxito. Ahora, en solitario, Tamara Todevska asume otro reto eurovisivo con la canción 'Proud', una balada de altura con un mensaje empoderador femenino de mucha potencia, un arma que le podría garantizar éxitos en Israel.
Tras dos años como corista, y una en un grupo, llega el año del reto definitivo de Tamara, y hasta el momento, tiene pinta de romper un maleficio que dura ya seis años para los 'nuevos' Macedonios.
Un mensaje necesario
'Proud' no suena a nada nuevo. Un piano y una canción en inglés en voz de todo un torrente son las armas de una canción que sin embargo destaca por algo que vale oro: su mensaje.
Y es que 'Proud' es un tema para madres e hijas, una historia de superación y empoderamiento donde, con un mensaje global, Macedonia del Norte se encarga de denunciar el heteropatriarcado en un altavoz como es Eurovisión. Siendo un himno del camaredeo femenino, el tema resalta esa necesidad de "romper las normas", "gritar bien alto" y "abrir las alas para volar".
Ver cómo complementan el mensaje con la puesta en escena será el gran reto de una canción que recoge el testigo (en parte) de Netta Barzilai y su 'Toy', con un trasfondo que le valió el micrófono en Lisboa. La industria musical por fin ve con buenos ojos a la mujer empoderada y qué mejor que enviar un mensaje así en Eurovisión. Es necesario y encima suena bien.
Una oportunidad a su medida
El caso de Tamara Todevska aparece prácticamente en el resto de sus competidores. En cada delegación podemos ver a personas implicadas con el festival que, pese a haber acudido en varias ocasiones, no han dispuesto de un proyecto a su medida. Al igual que Serbia ha apostado este año por Nevena Bozovic después de llevarla con un trío poco competitivo hace años, en Macedonia se ha repetido un proceso calcado.
Después de ver a Todevska en un par de coros en el festival, así como acudir en 2008 con una canción sin altura de miras, siempre es una alegría terminar viendo a una artista implicada con el festival teniendo un proyecto a su medida.
Y es que Proud parece hecha pensando en la intérprete macedonia, que no solo interpreta la canción sino que le aporta un extra al sentirse completamente identificada con el mensaje. Esa aura siempre funciona en el festival y sin esperar resultados como los de Salvador Sobral en Kiev, por ejemplo, nos hacer creer que su interpretación y el mensaje puede valer una final.
VALORACIÓN: Una apuesta decidida (17/25)
Seis años son mucho tiempo. En este período tenemos por delante un Mundial de Fútbol, un año bisiesto, y hasta un crío nace y terminará audiendo a la escuela. Por ello, que una delegación en Eurovisión se pase seis ediciones sin llegar a la final es un drama, aunque la televisión de Macedonia del Norte sea un ente un tanto humilde.
Si bien es cierto que en los últimos años los macedonios no iban por una línea del todo incorrecta, la puesta en escena con Eye Cue en 2018 y el directo de Jana Burceska les costó dos finales pese a llevar dos proyectos interesantes en lo musical.
Este año parece que pueda cambiar todo. Con Tamara Todevska y su 'Proud', Macedonia del Norte cuenta con una propuesta diferencial, algo que suene funcionar y mucho en Eurovisión. En un mar de baladas, la cantante macedonia parece casi la única con algo de contenido en su letra y eso puede ser diferencial frente a otras propuestas como las de Albania y Croacia, que se las encontrará en la segunda semifinal.
¿Les valdrá para llegar al sábado? Es más que posible.