Momento de terminar de perfilar puesta en escena para Alfred y Amaia en Lisboa. Luego del frío primer pase del pasado viernes, donde la sencillez, la falta de pirotecnia y el primer contacto les hicieron bajar en apuestas y provocar más de una opinión desfavorable de la prensa especializada, la pareja volvía a Altice Arena con la meta de reenganchar a propios y extraños con su actuación.
Luego de una complicidad y actuación magnífica en la tarde del viernes, todos los ojos estaban puestos en la puesta en escena, la que ya había sido calificada de sencilla y fría. Avisando el jefe de la puesta en escena, Tinet Rubira, cambios nada más acabar el primer pase tanto en planos como iluminación así como los fuegos artificiales, todo se vería en veinte minutos con tres pases de la canción.
Presentado todo esto, el examen tenía fecha y hora: las 10:50 hora portuguesa. De inicio, la pareja traía cambios en su vestimenta. De nuevo con diseños de Paco Varela (Alfred) y Teresa Helbig (Amaia), el catalán apostaba por un color azul marino para su traje, más sobrio que el del primer ensayo. La navarra cambiaba su traje apostando por un vestido negro con detalles dorados a rombos. ¿Habría mejoras?
¿Con ellos solo vale?
La tónica no ha cambiado mucho del viernes al domingo. De nuevo, tanto Alfred y Amaia estuvieron una vez más cercanos, finos vocalmente y con el trabajo hecho. El asunto es que así ya estaban durante 'OT 2017'. Si bien la puesta en escena ha aumentado en recurso luminoso, incluyendo una ráfaga extra en el clímax de la canción, sigue pareciendo poca luz para lo que transmiten ellos.
Respecto a la escenografía, el tiro de cámara y la realización parece ser la misma calcada del viernes. Con la steadycam como completa protagonista, la acción vuelve a no alejarse a lo visto el viernes, siendo ellos los protagonistas sin nada más que pueda quitar atención a la pareja. Según lo veas, el vaso puede estar medio vacío y pensar en carencia de luces y fuerza en el escenario, o medio lleno viendo un dueto acaramelado plagado de primeros planos. Hasta el momento, al menos fuera de nuestras fronteras, predomina la opción más pesimista.
¿Europa lo comprende?
Si has seguido 'OT 2017', o al menos sabes algo de Amaia y Alfred, te lo prometemos, te vas a derretir al ver el show el próximo sábado. Sin embargo, la suma que aporta la puesta en escena en un certamen como Eurovisión, aquí casi no existe. Somos de los que pensamos que una actuación en Eurovisión es la perfecta mezcla de interpretación y puesta en escena, y este año la balanza se rompe en favor de la interpretación claramente.
En 2015 Gestmusic y TVE apostaba por una puesta en escena magnificente con Edurne y la cosa no salía bien, y para este año el staging es quizá demasiado minimalista. Media canción es el climax del último estribillo, y pese a que TVE se ha afanado en mejorar el momento, falta un plus.
Es importante recalcar que a diferencia de otros años, la realización está pensada y controlada, y se busca el minimalismo. A diferencia de otros años donde la sencillez era forzada por fallos de planificación y descontrol, este 2018 los deberes venían hechos desde casa, aunque sean escuetos a drede. ¿De momento gusta en Europa? No mucho.
¿Hubo fuego artificial?
El tránsito del viernes al domingo ha estado protagonizado por la falta de fuegos artificiales en la actuación de España. Hablando la delegación de un haz de fuegos que asemejaban un corazón, problemas logísticos dejaron sin ese punto de realización al primer ensayos. De cara al segundo de este domingo, tampoco los hemos visto. Con la duda de saber si estarán para el sábado o para el Jury Show del viernes, de momento no llegaron. ¿Los echamos de menos? Tampoco.
Que no cunda el pánico
Siendo realistas, la puesta en escena de España no ha supuesto el plus en subidas en apuestas y opiniones internacionales que sí han tenido otros miembros del Big 5 como Francia, pero no hay que sacar los pies del tiesto.
La propuesta española sigue jugando entre los puestos 10-13 en las casas de apuestas de pago, y ese parece que será la arena de batalla para los españoles. Hasta el momento de dar a conocer la realización a toda Europa, poco hay que hacer, y las apuestas están para hacerle caso lo justo. España tendrá una canción muy propia de ser valorada por los jurados expertos, y con un televoto en el que su historia de amor puede favorecerle.
Esto que pueden ver, es lo que es. Y siendo sinceros, estos es lo que iba a ser. Sencillez, giros de Morland y Common Linnets, steadycam y una historia de amor. Lo demás, se puede echar en falta pero no iba a aparecer. La suerte está echada.