El inglés es siempre una tentación de cara al Festival de Eurovisión. De hecho, muchos son los países que han pasado de su lengua local a la de Shakespeare antes del festival, buscando hacer mucho más global la canción. Si bien tu país ha llegado a elegir la canción en tu lengua natal, finalmente se produce el salto al inglés, una decisión que en la amplia mayoría de las ocasiones no suele tener mucho éxito.
Algo así le ha estado pasando a Albania en el festival. Los albaneses, que participan desde 2004, no ha sido una delegación con mucho éxito. Con apenas dos top-10 en su trayectoria y habiendo alcanzado la final en siete de las catorce comparecencias en el festival de la canción, en los últimos cinco años decidieron decantarse por el inglés, desembocando en dos años sin final y resultados modestos.
Con el ejemplo más flagrante el año pasado, cuando decidieran cambiar la canción al inglés apenas un mes antes del festival, parece que para Lisboa los albaneses ya han aprendido la lección. Siendo incluso el primer país en ofrecer su canción, consiguió ganar el Festivali i Kenges con 'Mall', una canción rockera en una magnífica voz, y que sí, ahora sí, sonará en albanés.
Rock y una gran voz
Si eres seguidor de Eurovisión, llevas oyendo 'Mall' muchísimo tiempo. Y es que de hecho, la canción de Eugent Bushpepa fue la primera en ser desvelada de cara a Lisboa. Hace ya casi cinco meses, el pasado 23 de diciembre, en Tirana se celebraba la final del 'Festivali i Kenges', preselección que ya se ha convertido en una de las fijas para el festival.
Guardando el toque antiguo de contar con la orquesta sinfónica de la televisión albanesa, y quedando todo en manos de un jurado experto sin televoto alguno, Bushpepa, que partía como favorito ganaba con facilidad, ofreciendo una canción que tenía su primer fallo: no estaba pensada para Eurovisión.
A diferencia de otros países como por ejemplo España, que este año han exigido que la duración de la canción no excediera los tres minutos reglamentarios que exige la UER, Albania no siguió el mismo camino, y Bushpepa interpretaba una canción sentida, atractiva y sinfónica, pero que superaba los cuatro minutos de duración.
Esto ha llevado a cambios sustanciales, que nos han dejado a 'Mall' sin un final tan épico como el que tenía la versión primera. Pese a ello, podemos afirmar sin ningún tipo de problema que Bushpepa está en condiciones de llevar el mejor directo al Altice Arena. Acostumbrado incluso a esfuerzos vocales mayores, Bushpepa se desenvuelve como pez en el agua en una canción que habla del amor más puro y de la unión como solución a todos los problemas.
La sencillez será la otra gran clave. De momento, el videoclip de la propuesta albanesa se ha quedado en el simple blanco y negro, el baile de una pareja recordando al baile clásico, y planos cercanos de Bushpepa, siendo una maniobra más donde prime la música a cualquier otro artificio. No sabemos si todo esto traerá beneficios a la delegación de Tirana, pero sea como sea no hay duda de que este año traen a Eurovisión una propuesta seria, cerrada y de calidad.
Problemas en la promo
La burocracia a veces puede ser el peor problema para un intérprete en Eurovisión. Los visados y permisos de estancia a veces se enquistan, y algo así le ha ocurrido a Bushpepa en su camino de promoción eurovisiva. Si bien ya se estrenara llegando al Eurovision in Concert de Amsterdam y también siendo parte de la ES Pre-Party de Madrid, problemas burocráticos lo dejaron sin aparecer por Londres o Tel Aviv.
Sucesos como estos dejan a 'Mall' en una posición muy de cola en las casas de apuestas de pago, en torno al puesto 35. Si bien la apuesta albanesa se separe un poco de los estándares eurovisivos, sería extraño que Bushpepa no subiera en apuestas con la llegada de los ensayos, donde se pueda demostrar ante todos la calidad vocal del intérprete. Redondear la canción con una puesta en escena y realización coqueta y simple, podría hacer mejorar puestos de cara a las semifinales.
Aparecer el martes no es tampoco una buena noticia, ya que en voces de expertos se prevé la primera semifinal de Lisboa como una de las más duras de la historia reciente de Eurovisión. En un año de mucho rock, con otras apuestas del palo como Rumanía o más hardcore Hungría, Albania merece la final, aunque de momento las apuestas no dicen que vaya a ser posible.
