Desde Bruselas quieren acabar con la obsolescencia programada y con la cultura consumista actual. La Comisión Europea ha dado a conocer una propuesta para fortalecer los derechos de los consumidores cuando electrodomésticos como televisores, lavadoras o teléfonos móviles no funcionen correctamente. Ahora se exigirá a los fabricantes que reparen los productos dañados, en lugar de reemplazarlos, hasta 10 años después de su compra.
Las reparaciones, según la UE, siempre deben tener prioridad sobre los reemplazos porque no solo ahorran dinero sino que también cumplen con los requisitos del Pacto Verde, al reducir el desperdicio y la necesidad de materias primas para nuevas producciones. Para solucionarlo, el Ejecutivo propone modificaciones en la normativa europea que se aplicarían tanto a los dispositivos que siguen cubiertos por la garantía legal de dos años, establecida por la normativa comunitaria, como a los que experimentan un fallo una vez transcurrido ese periodo de protección.
Solo en la UE se generan 35 millones de toneladas en residuos y se emiten 261 millones de toneladas de CO2. Con el fin de reducir la gran cantidad de residuos y de emisiones que se genera al año en el continente, la Unión Europea dictaminó en marzo de 2021 que las empresas que venden refrigeradores, lavadoras, secadores de pelo o televisores en la UE deben asegurarse de que esos electrodomésticos se puedan reparar hasta por un periodo 10 años.
Fue parte de un esfuerzo generalizado para hacer que los productos eléctricos sean más resistentes y eficientes desde el punto de vista energético, para así disminuir su impacto en el medio ambiente. Se exigió a los fabricantes que garantizaran que las piezas se ofrecerían durante al menos diez años, aunque algunas piezas solo se pusieron a disposición de los servicios de reparación profesionales para garantizar una instalación adecuada.
Nueva propuesta
La nueva propuesta de la Comisión obligará además a los fabricantes a ofrecer una reparación en el caso de que su precio sea menor o igual que el de un nuevo producto. Se incluirán todo tipo de electrodomésticos en este acuerdo, pero se pretende dentro de "poco" añadir además dispositivos móviles, tabletas y ordenadores.
Otras estrategias que los servicios comunitarios quieren promover implican que los fabricantes alerten a los clientes de que pueden realizar sus propias reparaciones en los productos que compran, lo cual es una forma de alentar la reparación en lugar del reemplazo de dispositivos que aún son útiles.
Además, establezca un mercado de reparación en línea para vincular a los clientes con talleres de reparación locales y vendedores de productos reacondicionados. Los clientes podrán encontrar ofertas atractivas y más talleres de reparación estarán visibles gracias a la capacidad de la plataforma para buscar por ubicación y estándares de calidad.
