"Como pollo sin cabeza". Así podría definirse la estrategia que está llevando a cabo Pablo Casado en su papel de oposición al Gobierno. Y no, no nos referimos al gusto que ha desarrollado últimamente por pasearse por granjas, sino a su estrategia de minar la imagen de España en el exterior con el objetivo de entorpecer la llegada de los fondos europeos, fundamentales para la reconstrucción del país tras la grave crisis de la pandemia.
Pero la respuesta de Europa está dejando en evidencia al líder del PP. Desde Bruselas ya se tuvo que dar un toque de atención a la eurodiputada popular lsabel Benjumea en su intento de poner en duda la gestión de los fondos. La Comisión Europea tuvo que recordarle el reglamento que ella misma votó en la Eurocámara y que en España se están cumpliendo los objetivos.
No ha sido la única vez que desde Bruselas dan al traste con la ofensiva de Casado. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, envió una carta a Pedro Sánchez para felicitar a España por la gestión de los fondos europeos. Por si esto fuera poco, ahora este organismo ha dado la enhorabuena al Gobierno central por la reforma laboral, principal caballo de batalla del PP en estos momentos.
Veerle Nuyts, portavoz de Economía de la Comisión Europea, ha felicitado a España por sacar adelante la reforma laboral, poniendo en especial valor que haya sido fruto de "un acuerdo con los agentes sociales": "Como ya habíamos dicho, celebramos que esta reforma sea objeto de un acuerdo de los agentes sociales y esto constituye un buen ejemplo en lo que respecta a su participación en la puesta en marcha del Plan de Recuperación y Resiliencia".
Bien es cierto que Nuyts ha apuntado que desde la Comisión no se pronunciarán sobre el contenido de la reforma laboral hasta que España gestione su próxima petición de los fondos (se calcula que puede ser una partida de 12.000 millones). "Vamos a proceder a hacer nuestra evaluación de esta reforma en el marco de la próxima solicitud de fondos que presente España", aclara.
Casado continúa con su campaña
Mientras desde la Comisión Europea felicitan a España y al Gobierno, Pablo Casado continúa adelante con su pataleta después de que la reforma laboral saliera adelante por el error en el voto de un diputado de su formación, Alberto Casero, a pesar de que el PP tiró de tranfuguismo para ganarse la voluntad de los diputados de UPN.
Desde Bruselas, hasta donde ha viajado para reunirse con la nueva presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y el presidente del Grupo del PPE en el Parlamento Europeo, Manfred Weber, Casado ha redoblado su ofensiva elevando el tono con respecto a los fondos europeos.
"En el PPE pedimos globalmente que haya una gestión objetiva, transparente, eficaz y no sometida al clientelismo partidista", ha argumentado, defendiendo que estas críticas "no es hablar mal de España", sino de la gestión que hace el Gobierno español de los fondos de recuperación anticrisis aprobados por Bruselas.
Según su versión, el plan de recuperación español carece de "componentes estructurales" y se da a proyectos que "no son imprescindibles". "Una vez que no se ha hecho bien (los planes), al menos que el dinero que venga no se desperdicie en proyectos que no crean empleo y que se dan a dedo para generar corrientes de voto favorable al partido que gobierna en España", ha insistido.