La banda terrorista ETA anunciará el próximo 8 de abril su desarme definitivo y sin condiciones. Este hecho será la puntilla final para la banda terrorista tras el anuncio del cese definitivo de la violencia durante el año 2011.
La banda terrorista notificará a la justicia francesa la localización de todos los zulos para que procedan a incautar todo el armamento con la supervisión del Coité Internacional de Verificación.
"ETA nos ha dado la responsabilidad del desarme de su arsenal y, en la tarde del 8 de abril, ETA estará totalmente desarmada", ha relatado al diario 'Le Monde' Jean Noël Etcheverry, miembro de Bizi, la asociación ecologista abertzale.
En el proceso de entrega de armas participarán todo tipo de personalidades de la sociedad civil y cargos electos del País Vasco francés.
Esta decisión se ha precipitado después de que la banda terrorista asumiese definitivamente la negativa de los gobiernos español y francés a participar en el mismo. Además, el acoso policial por parte de las autoridades ha conseguido que finalmente el grupo terrorista acabe con un arsenal con el que podría haber puesto fin al cese de la violencia en cualquier instante.
El gesto que se anuncia este viernes 17 de marzo tiene un marcado carácter simbólico: su arsenal es bastante reducido y se encuentra en desuso y muy malas condiciones tras cinco años de paz.
Un cese incondicional causado por la presión de las autoridades
La banda terrorista ya había intentado negociar el desarme con las instituciones españolas. Sin embargo, las autoridades no se disponían a aceptar una entrega de armas en la que la banda terrorista impusiera algún tipo de condición.
El intento se produjo en el año 2013 en Noruega, donde varios representantes de ETA intentaron entrar en debate con el Gobierno. Ningún representante español acudió a la cita y posteriormente los etarras tuvieron que abandonar el país nórdico en medio de fuertes presiones.
Este hecho no implicó que la banda terrorista buscase una solución pactada. Continuó con su estrategia e incluso rechazó la oferta que en 2014 realizó el Gobierno vasco, que se propuso como interlocutor en sustitución de las autoridades gubernamentales. ETA lo rechazó.
Con toda esta situación, la banda cambió de estrategia e incluyó a intermediarios civiles con la supervisión garantizada del Comité Internacional de Verificación. Sin embargo, la organización ha ido perdiendo poco a poco fuerza, quedando reducida a la mínima expresión.
Su gran estandarte, la izquierda abertzale, ha ido además forzando el fin de ETA y le han dado la espalda, en un intento de pasar página cuanto antes.
Las reacciones
Las reacciones no se han hecho esperar desde todos los ámbitos de la sociedad. El Gobierno español ha querido mostrarse reticente: "el Gobierno nunca especula sobre voluntades o deseos de organizaciones terroristas" han sido las palabras del ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, que ha recalcado: "Eta tiene que desarmarse y disolverse".
Por otro lado, el líder abertzale y portavoz de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha deseado que los Estados español y francés "no pongan obstáculos" a un desarme "definitivo e integral" de ETA y ha pedido la implicación de los Gobiernos vasco y navarro para que "este capítulo se cierre de forma ordenada".
Por otro lado, el lehendakari Íñigo Urkullu, ha reclamado "altura de miras" a España y Francia para que "faciliten" el desarme de ETA y ha calificado el anuncio de este viernes 17 de marzo como "histórico". Además, ha asegurado que su Gobierno ha "estado informando" de los últimos movimientos en torno a la banda terrorista y ha asegurado que está dispuesto a colaborar para que el desarme sea "irreversible".
Un final que llega tras 829 muertes
La banda terrorista ha asesinado, según datos del Ministerio del Interior, a alrededor de 829 personas durante más de medio siglo de existencia. No hay datos concretos sobre el número de víctimas, pero con la cifra otorgada por el Ministerio coincide también la Fundación de Víctimas del Terrorismo.
La banda realizó innumerables atentados terroristas contra las autoridades y la propia sociedad civil. Uno de los más sangrientos fue el perpetrado contra un centro comercial Hipercor en Barcelona, sin avisar y que se cobró la vida de 21 personas y dejó heridas a otras 45 en junio de 1987.
El cese definitivo de la actividad armada, en 2011, supuso un anuncio histórico en una banda que ya había roto recientemente una tregua en 2006 con un atentado en la Terminal 4 del aeropuerto Madrid-Barajas que se saldó con dos muertos y veinte heridos.
El anuncio de 2011 vino a terminar con la violencia pero no con la entrega de armas, algo fundamental para la completa disolución de la banda. Este 17 de marzo se cumple tan esperada noticia.
