Anteriormente la Iglesia ignoraba y evitaba un tema que está a la orden del día: la homosexualidad. Sin embargo, la Pontificia Comisión Bíblica ha realizado un gran estudio antropológico que refleja el debate acerca de "la homosexualidad y las uniones homosexuales como expresión legítima y digna del ser humano". La introducción de dicho estudio recibe el nombre de:"¿Qué es el hombre? Un itinerario de antropología bíblica", y lo ha publicado la Librería Editorial Vaticana.
El pasado 16 de noviembre se presentó en Roma, y afirma que a lo largo de la historia, "la humanidad ha progresado en el conocimiento científico, ha mejorado poco a poco su conciencia de los derechos de la persona, testimoniando un creciente respeto por las minorías, los indefensos, los pobres y los marginados".
El documento trata de interpretar fielmente la Sagrada Escritura, recopilando todas las referencias antropológicas al ser humano desde el Génesis al Apocalipsis. Constata que "la institución del matrimonio, constituida por la relación estable entre marido y mujer, se presenta constantemente como evidente y normativa en toda la tradición bíblica".
Aceptación análoga de la homosexualidad
El volumen reconoce la diversidad biológica, más que evidente en la vida social, y reitera la necesidad de una atención pastoral a las personas homosexuales, siguiendo la línea del Catecismo de la Iglesia Católica de 1992. El catecismo distingue los actos sexuales de las tendencias, afirmando que los homosexuales "deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta".
Según ha expuesto Vatican News, el Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, monseñor Giacomo Morandi, ha explicado que "desde hace algún tiempo, sobre todo en la cultura occidental, se han alzado voces de disensión respecto al enfoque antropológico de la Escritura, tal como la Iglesia la entiende y la transmite en sus aspectos normativos". Admite que todo ello es juzgado como el reflejo de una mentalidad arcaica y atrasada que no ha evolucionado, y añade que algunos afirman que una más adecuada compresión de la humanidad conllevaría una reserva radical sobre el valor exclusivo de la unión heterosexual, "a favor de una aceptación análoga de la homosexualidad y las uniones homosexuales como una expresión legítima y digna del ser humano".
Sin embargo, afirma que la Biblia no se pronuncia acerca de estas relaciones, por lo que "no deberían considerarse ilícitas desde el punto de vista moral".
El documento, en el número 185, mantiene que "la institución del matrimonio, constituida por la relación estable entre marido y mujer, se presenta constantemente como evidente y normativa en toda la tradición bíblica. No hay ejemplos de 'unión' legalmente reconocida entre personas del mismo sexo". Tras ello, Giacomo Morandi considera erróneo que se reconozca una "apertura" a las uniones homosexuales.
El estudio, compuesto por 335 páginas, aborda también temas como el divorcio, la sexualidad, la violencia o las relaciones entre padres e hijos. El jesuita Pietro Bovati ha afirmado también en Vatican News que el trabajo ha sido pedido específicamente por el Papa. Según Bovati, el estudio está enfocado a los teólogos, para que no entiendan la Biblia como un "repertorio de afirmaciones aisladas".