En el marco de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, la inflación derivó en una devaluación de las condiciones de vida para los ciudadanos. El Ejecutivo, para combatir este contexto, inició un paquete de medidas destinadas a combatir este marco, entre las que incluyó la gratuidad en el transporte público de Cercanías y una subvención en el transporte público. Una iniciativa que, además, se planteó con el objetivo de incentivar la promoción del transporte público en detrimento del privado.
Sin embargo, un año después de su implantación, los datos no han sido especialmente concluyentes en la capital, según un estudio elaborado por Esade. En su análisis de la movilidad durante el período analizado concluye que no se ha reducido significativamente el tráfico en este área, que es la más poblada de España.
Los datos de Esade, sin embargo, se contradicen con una institución oficial, el Ayuntamiento de Madrid, que defiende que las medidas implantadas a este efecto han tenido efecto, sin embargo, no aporta datos. Bien es cierto que la capita ha cumplido, en 2023, por primera vez con la directiva europea de salida del aire, pero la ciudad está restringiendo el tráfico rodado a vehículos contaminantes con directivas propias.
La investigación de Esade señala que el precio no es el factor más determinante, sino la calidad que se ofrece en el servicio, el estado en el que se encuentran las infraestructuras o las frecuencias de paso. Por este motivo, han pedido invertir en la mejora de la red y destinar las ayudas a los colectivos más vulnerables.
El estudio se centra exclusivamente en analizar los efectos de esta medida en Madrid, por lo que no pueden descartar los efectos de la medida en otras zonas urbanas, pero expresan que la capital es la zona con mayor densidad de tráfico de España.
Datos sobre transporte público
Por el momento, no se han publicado datos oficiales concretos sobre cómo ha afectado la medida durante este período. La Comunidad de Madrid explica, en función de sus encuestas, que el factor de precio tan solo afecta a un 2% de los usuarios, mientras que resulta más relevante otros puntos como el tiempo de los trayectos respecto a los coches o una mala combinación entre el lugar de partida y destino.
Por este motivo, el estudio propone establecer la subvención para colectivos vulnerables al comprobar que la reducción generalizada no ha surtido el efecto deseado sobre el tráfico rodado, a la vez que piden priorizar la inversión en la calidad del servicio y peajes urbanos para fomentar un cambio de modelo.
