Sexo con mascarillas cubriendo la cara. Esto es lo que sugiere un estudio de la Universidad de Harvard con el objetivo de alcanzar la denominada 'nueva normalidad' y evitar la propagación del coronavirus.
"Más de 200.000 personas han muerto de infección grave por el síndrome del nuevo coronavirus, lo que genera una preocupación generalizada con respecto a la mortalidad", reconoce el artículo publicado en la revista Annals of Internal Medicine.
En este sentido, señala: "Sin embargo, las implicaciones para la salud sexual han recibido poca atención. Sobre la base de los datos existentes, parece que todas las formas de contacto sexual en personas conllevan un riesgo de transmisión viral".
Prestando atención a este punto, los autores no se cortan: cualquier persona puede ser sospechosa de tener coronavirus, por lo que se debe utilizar una mascarilla, evitar besarse, ducharse antes y después; además de desinfectar a fondo el espacio en el que se encuentran con toallitas con alcohol. Sí, todo para darle al asunto.
La perspectiva del riesgo en este estudio
Durante su exposición, los investigadores recogen dos tipos de situaciones, divididas en bajo y alto riesgo de contagio por coronavirus, en relación a las relaciones sexuales.
Dentro de la categoría de máximo riesgo se encuentra el sexo en sí, tanto con personas desconocidas, como aquellas con las que se convive en el hogar. Mientras que en situaciones de bajo riesgo, la lista se reduce, recomendando el sexo a través de webcam o masturbación.
A partir de esta clasificación, recomiendan que las personas minimicen la cantidad de parejas sexuales con las que mantener relaciones sexuales y evitar el sexo con personas que mantienen síntomas de coronavirus.
También piden reducir al máximo la exposición directa a los fluidos, la actividad sexual "con riesgo de transmisión fecal-oral, o cualquier práctica que involucre semen u orina".
El estudio también señala que el sexo con quien se ha compartido cuarentena implica un mayor grado de seguridad, aunque no es cero, sobre todo si se ha estado expuesto al virus, algo considerado una situación de máximo riesgo en este estudio.
Con ello, el 'bajo riesgo' para los investigadores se cierne a las siguientes prácticas: la masturbación y el sexo a través de webcam, en plataformas digitales. Aunque también piden extremar precauciones, en este último caso, al compartir imágenes y vídeos nuestros o de terceras personas.
En ese sentido, el estudio incluye la siguiente recomendación: "Se debe aconsejar a los pacientes sobre los riesgos de capturas de pantalla de conversaciones o vídeos y extorsión sexual".
