"Todo el día con la maquinita", "estas enganchado a la consola", "vas a acabar tonto de tanto jueguecito" ... tantas y tantas frases similares que todo gamer ha tenido que sufrir a lo largo de su vida por fin dejarán de tener sentido, al menos según la ciencia. Y es que según un estudio realizado por la Universidad de Oxford en Reino Unido no existe la adicción a los videojuegos.
Tras realizar un estudio con una muestra de más de 2.000 jugadores los doctores Netta Winstein y Kou Murayama han derribado todos los prejuicios que se han perpetrado durante todos estos años en los que erróneamente muchas personas aficionadas a los videojuegos eran diagnosticadas con una enfermedad mental que ahora demuestran que no existe. Durante los seis meses que ha durado el estudio han demostrado que la adicción no existe en estos individuos, sino que se trata más bien de una evasión de la realidad y una huida para aliviar la ansiedad.
El estudio ha mostrado con sus resultados varios datos interesantes en torno a esta hipotética adicción como que tras los seis meses aquellos pocos gamers que podrían tener dicha adicción la perdieron tras el estudio, lo que demostraría que no se trata de algo relacionado con una enfermedad mental o adicción como la de las drogas. Aunque sí que hay factores que pueden unir los videojuegos con la adicción no está claro exactamente lo que realmente interfiere en ello.
Lo que sí que han demostrado que puede resultar algo preocupante es que los gamers que dedican demasiadas horas al ocio electrónico es posible que lo hagan para llenar otros aspectos de sus vidas con los que se encuentran insatisfechos e infelices. El estudio indica que los jugadores usan los videojuegos para evadirse de una realidad con la que no están conformes y de este modo aliviar la ansiedad que les genera la vida social en general.
Otro de los mitos que rompe este estudio es que los juegos online que siempre han tenido la fama de que se convierten en los más adictivos no lo son tanto. Los doctores demuestran que estos juegos en línea podrían ser menos adictivos que cualquier juego electrónico de un solo jugador. Por lo que además de poder ser estos juegos buenos para los estudios no tienen tanto factor adictivo como se pensaba, además de que también es un modo de socializar.
Por último, el estudio advierte que aquellos gamers que usan los videojuegos de un modo más excesivo de lo saludable deben de tratarse desde la raíz viendo que aspectos de la vida del jugador son los que le hacen querer evadirse de la realidad tanto tiempo y a partir de ahí buscar vías alternativas para satisfacer esas necesidades. De este modo poder tener una vida plena tanto dentro como fuera de las videoconsolas. No obstante, parece que está lejos aún quitar el estigma del vicio a los juegos, pero poco a poco se van haciendo avances en este sentido que desmitifican este ocio electrónico.