Un estudio realizado por la Agencia Sueca de Productos Químicos revela que los juegues sexuales son más seguros al uso que los juguetes infantiles. Muchos pensarán que la explicación radica en la utilización de piezas pequeñas, pero lejos de ser este el argumento, la razón está en la cantidad de productos químicos prohibidos que incorpora cada uno.
Según este estudio, tan solo el 2% de los 44 juguetes sexuales analizados incorporaban químicos nocivos, en comparación con el 15% de los 112 juguetes infantiles.
La inspectora del estudio, Frida Ramstrom, en declaraciones para The Guardian, afirmó que el resultado "fue bastante sorprendente", ya que a priori se espera una mayor calidad en productos destinados a la infancia. Al ser la primera vez que se realiza una investigación en esta materia, los expertos tardaron en dar con una respuesta plausible para estos datos. Finalmente concluyeron en que el factor que más influye es el gran control que se ejerce en las grandes empresas importadoras de productos sexuales, mientras que los infantiles son distribuidos por empresas más pequeñas que no se ven sometidas a tanta presión.
Los juguetes eróticos en auge
El mercado global de productos sexuales mueve más de 18.000 billones de euros anuales, y se estima que en 2020 creza hasta un 7%. Estos datos auguran un gran futuro para la industria de lo erótico, que tiene en los estadounidenses y en los chinos a sus mejores clientes.
