¿Eres de los que te cuesta elegir entre adoptar a Salem, el gato de Sabrina la bruja, o el afable y miedoso Scooby-Doo de la serie animada? Sea cual sea tu elección tener una mascota implica una cierta e importante responsabilidad, y quien tiene una eso lo sabe muy bien. El amor y respeto que te procesa el animalito es incondicional al 100% si el siente el cariño de sus dueños.
La inteligencia emocional de ambos está más que probada y estudiada, y en muchos casos, la saben utilizar mejor que los seres humanos. Por eso, ellos siempre están a nuestro lado cuando más se les necesita y, quizás, sea la mejor de sus características: ser un amigo fiel.
Si que puede haber una cierta prioridad a la hora de adoptar un gato o un perro. Todo dependerá de la personalidad de la propia persona y como se adapte a la del animal, pero, si nos fijamos en las características estereotipadas de ambas mascotas, los gatos más independientes y los perros más amigables y extrovertidos -esto muchas veces esto no se cumple-, te puedes dar cierta idea de cual será tu elección; aunque, soy de los que piensa que todos tenemos nuestra mascota ideal y que es como el amor: cuando llega, llega. El destino te juntará con ella.
Si tienes un gato seguramente acabarás la carrera universitaria
Sin embargo, un estudio realizado a más de 600 estudiantes universitarios esclarece o llega a afirmar que tener un gato hace más inteligente a las personas, ¿verdad o mentira? Pues según afirma el psicoanalista Steve Mckeown, fundador de MindFixers y propietario de The McKweown Clinic a Unilad, "la gente que es más de perros son más sociables, extrovertidos e inconformistas, mientras que la gente que prefiere a los gatos son más sensibles y de mente más abierta". De hecho, estos análisis van mucho más allá, ya que dicen que los dueños de los gatos tienen más probabilidad de acabar los estudios universitarios e, incluso, de sacar mejores notas. Como consecuencia, estas personas optarán a mejores puestos de trabajos.
Este estudio refleja algo muy difícil de probar ya que posiblemente el comportamiento y la personalidad de un gato o de un perro no vaya más allá del cariño y comprensión del dueño, y en definitiva, esto no influya en la posibilidad de aprobar o sacar mayor nota en un examen de la universidad o del colegio. Vale que escojamos o no una mascota por su personalidad, pero, de ahí, a que nos haga más inteligente, no.
Eso sí, parece que los gatos tienen un carácter más complicado o cambiante; de hecho, ciertas imvestigaciones afirman que los felinos podrían llegar a tener hasta cinco personalidad diferentes. ¿Esto característica los hace más inteligente? Posiblemente, sin embargo, esto afecta realmente al intelecto del dueño.
Diga lo que digan los estudios la compañía de un gato o un perro, a veces, es mucho mejor que la de otra persona.