Los accidentes de tráfico se encuentran detrás de un elevado número de muertes a lo largo del año. Detrás de ellos se encuentran multitud de casuísticas: desde imprudencias, excesos de velocidad o consumo de sustancias estupefacientes.
Pero, un nuevo estudio realizado por la Universidad de Toronto, ha ofrecido una otra clave con la que, quizás, no se contaba hasta la fecha. En realidad, quienes asumen más riesgos son aquellos que no deciden vacunarse contra el coronavirus.
El doctor Donald A. Redelmeier, profesor de medicina del centro canadiense y médico del Centro de Ciencias de la Salud Sunnybrook, afirma que en el estudio que ha dirigido "teorizaron que los adultos que descuidan las recomendaciones sanitarias también pueden descuidar las directrices básicas de seguridad vial".
Hasta un incremento del 48% de posibilidades de sufrir un accidente
El equipo ha realizado un profundo estudio psicológico en el que ha cifrado el aumento del riesgo al que se exponen quienes rechazan las recomendaciones. Las personas que no apuestan por la vacuna contra el coronavirus tienen hasta un 48% más de probabilidades de sufrir accidentes de tráfico.
El estudio ha sido publicado en The American Journal of Medicine y ha llevado a los investigadores a analizar los datos de más de 11 millones de adultos, de los que un 16% no habían sido vacunados contra el coronavirus.
Después de haber cruzado los datos con los servicios de urgencias de Ontario, considerando solo los accidentes de tráfico que requirieron hospitalización y eliminado factores externos como edad o afecciones médicas, los no vacunados veían incrementado un 72% sus probabilidades de sufrir un accidente de tráfico en relación a los no vacunados. Se trata de una cifra similar a los que padecen apnea del sueño.
Después de ajustar el estudio a los adultos no vacunados en diversos subgrupos (mayores frente a jóvenes, conductores frente a peatones, renta), se llegó a la conclusión que el 72% se convertía en un 48% de media.
En todo caso, la explicación no está relacionada con la activación inmunitaria de las vacunas, sino con el comportamiento que muestran quienes rechazan las vacunas y recomendaciones sanitarias en un momento de crisis sanitarias. Se trata, por tanto, de una explicación psicológica, conductual.