La universidad Cornell University, una de las más importantes de Estados Unidos, está en boca de todos desde hace unos días. Pero no precisamente por su plan de estudios, sino por el gesto feminista de una de sus alumnas para luchar por la liberación del cuerpo de la mujer, que ha desatado tanto muestras de apoyo como críticas.
Letitia Chai, una universitaria coreana, se encontraba en la recta final de su tesis doctoral sobre cómo mejorar las relaciones entre hindúes y tibetanos. Una semana antes de su presentación, pudo ensayar ante un grupo de estudiantes y una de las profesoras del tribunal, Rebekah Maggor.
Antes de empezar, Maggor preguntó a la alumna si iba a ir vestida de esa manera a la presentación. "Tus shorts son demasiado cortos", comentó. Acto seguido, explicó el porqué de semejante apreciación. Según ella, si Chai decidía vestirse así iba a "distraer la atención de la audiencia masculina de la presentación", y se fijarían más en su cuerpo que en el contenido de la misma.
La universitaria respondió de forma tajante. No iba a modificar su vestimenta por hacer sentir más cómodo a nadie que no fuera a ella misma. Uno de los alumnos que estaba en clase le reprochó a la profesora la visión que tenía de los hombres, pero otro le dijo a Chai que debía tener "más respeto por la audiencia", y que era una "obligación moral vestir de forma más conservadora". La estudiante no pudo contener las lágrimas y salió de la clase.
La tesis, en ropa interior
Tras superar lo vivido en el aula, Letitia Chai se prometió a sí misma dar una lección a todo el mundo en la presentación de su tesis. Durante esa semana, pidió en Facebook a sus compañeros que acudieran a verla, e incluso decidió grabar su exposición a través de Facebook Live.
Llegó el momento tan esperado. Al poco de iniciar su discurso, Letitia quiso dedicar su trabajo a "aquellas personas a las que se les ha pedido que se cuestionen a sí mismas". Fue entonces cuando se quedó en ropa interior, terminando de esta guisa su presentación. 28 de las 44 personas que habían acudido a la cita siguieron sus pasos y se quitaron también la ropa tras la petición de la alumna: "Soy más que una asiática, soy más que una mujer. Soy más que Letitia Chai. Soy un ser humano. Y os pido que deis conmigo este salto de fe".
La profesora asegura que todo fue un malentendido
Ante el revuelo generado, Rebekah Maggor habló con The Sun y quiso aclarar sus palabras. La profesora afirma que en ningún momento tuvo intención de criticar su forma de vestir, sino que buscaba dar una lección a la clase sobre "cómo se reflejan ellos mismos, para que tomen sus propias decisiones".
Varios alumnos de la clase de Chai apoyan a Maggor, y lanzaron un comunicado en el que, si bien defendían la reivindicación de su compañera, no estaban de acuerdo en criminalizar a la profesora por lo que consideran "un error en la forma de expresarse". "Maggor es un regalo para la universidad de Cornell, y es conocida su defensa en el pasado a las mujeres y a las minorías", sentencia el escrito.