La noche del sábado acabó en tragedia para este joven de 26 años cuando regresaba a su casa por el barrio berlinés de Kreuzberg, uno de los más multiculturales de la capital alemana. En compañía de un chico y una chica también españoles, con quienes había llegado hace tres semanas para estudiar alemán, cenó en un restaurante del barrio y caminaba por Oranienplatz poco después de la medianoche cuando ocurrieron los hechos, todavía no esclarecidos.
Apenas hubo testigos, pero todo apunta a que los tres iban de buen humor cuando, de repente, se cruzaron con un desconocido que apuñaló a la víctima en el pecho y se dio a la fuga. El joven cayó abatido y sangrando al suelo y los dos amigos, con ayuda de algunos viandantes, le asistieron y llamaron a los servicios de emergencia. Aunque fue trasladado al hospital, no se pudo hacer nada y murió allí poco después.
Según informa Berliner Zeitung, la identidad del joven asesinado no se ha hecho pública porque ayer todavía no se había informado a su familia.
Se buscan testigos de este misterioso asesinato
Varios medios alemanes como el ya citado o Bild coinciden en que no hubo ninguna discusión ni pelea y hacen hincapié en el buen humor con el que volvían a casa los tres españoles.
No se sabe mucho del asesino, debido a que los testigos fueron muy escasos y los hechos ocurrieron de forma rápida e inesperada. Además, cualquiera que conozca las ciudades alemanas podrá decir que la iluminación de noche es bastante escasa. Los pocos datos que se han reunido indican que el autor de la muerte tendría entre 25 y 30 años y mediría entre 1,75 y 1,80 metros. Llevaba una gorra gris y un abrigo o chaqueta larga, también gris. Sobre su físico poco se sabe más que tenía algún tipo de perilla o bigote y que era de tez oscura.
La policía de Berlín busca ahora testigos que puedan aportar información sobre este asesinato, especialmente misterioso por el hecho de que el autor y la víctima no tenían relación aparente. Parece descartada la opción del móvil xenófobo y podría ser un asesino que apuñala a sus víctimas al azar entre los viandantes que se encuentra por la noche, como ha ocurrido más veces en diferentes ciudades del mundo, aunque recientemente no ha habido casos similares en Berlín.
