Cada guión es una nueva historia para un actor. El mundo de la interpretación no tiene límites, y la magia del intérprete en el cine reside en adaptarse a cada personaje para ofrecer mil y una caras. También es cierto es que en la industria de Hollywood no es difícil terminar encasillando a determinados nombres en un determinado género o papel.
Una película en un momento se convierte en un blockbuster, y desde entonces, la inercia a que te caigan papeles del mismo estilo es algo casi inevitable. Por poner ejemplos, Keanu Reeves no sería John Wick hoy día si no hubiera sido Neo en 'Matrix', o Tom Cruise no hubiera protagonizado mil y una películas de acción si no hubiera aceptado empezar con 'Misión Imposible'. Pues bien, de vez en cuando hay también en Hollywood papeles que lo cambian todo.
Algo así pasó con 'Brokeback Mountain'. En 2005, la cinta dirigida por Ang Lee puso en la picota un amor homosexual en la mayor industria del cine. Siendo todo un éxito en taquilla, crítica y premios (recaudó más de 180 millones de dólares), desde ese momento protagonizar un personaje homosexual en el cine se mira de otra manera. Sin embargo, buscar reparto para esta película fue todo un suplicio.
"Nadie quería hacerla"
Trece años después hemos conocido la verdad del proceso de creación de 'Brokeback Mountain'. Llegando a existir problemas hasta con la dirección del filme, el que fuera ofrecido a Pedro Almodóvar oGus Van Sant, ha sido este último director el que ha acalarado toda la verdad en torno a la película.
Van Sant, que actualmente está de promoción con su última película, ha concedido una entrevista a la web IndieWire donde ha recalcado la dificultad para encontrar la pareja que protagonizara la película. En palabras del americano, el guión fue ofrecido a actores de la talla de Matt Damon, Brad Pitt, Leonardo DiCaprio, Matt Wahlberg o Ryan Philippe, con el único objetivo de poner a "grandes caras de la escena interpretando un idilio gay".
Sin embargo, lo que a posteriori se convirtió en todo un éxito, en su momento recibió la negativa de todos estos actores por diversos motivos. Entre los recogidos por Van Sant y publicado por El País, la reacción más clara fue la de Wahlberg, el que indicó en su momento que con solo leer quince páginas "se asustó", indicando que todo "era muy explícito", llegando incluso "a escupirse en una mano para hacerlo". El resto, entre motivos de agenda o falta de feeling con el guión decían no a una película que pondría posteriormente a sus dos protagonistas como candidatos a un Óscar de la Academia.
En la actualidad, interpretar un papel homosexual en la gran pantalla no se ha convertido en un problema visto su impacto en crítica y galardones. Sin embargo, no siempre fue así, desgraciadamente.