Sally Jones, una estrella del rock británica que se unió a las filas del Daesh en 2014, ha confirmado ahora que se arrepiente del gesto y que tiene la intención de retornar a Europa en cuanto sea posible.
Jones acudió a Siria después de contactar misteriosamente con el rapero Junaid Hussein, una persona con reputación de hacker informático con la que estrechó lazos. La mujer poco a poco se fue convirtiendo al islam, radicalizando y terminó por cambiar su nombre al de Sakinah Hussein.
Ahora, tras la muerte de su marido a manos de un drone dirigido por el ejército estadounidense, Jones se encuentra desesperada por retornar a su casa en Inglaterra, aunque lo tiene complicado: el grupo terrorista no se lo permite y es objeto prioritario para el ejército estadounidense.
El problema se encuentra en que el Pentágono la acusa de haber planificado hasta 12 atentados destinados a ser perpetrados en suelo occidental. Si pisase algún territorio que no estuviese controlado por el autodenominado Estado Islámico, Sally tendría altas probabilidades de ser deportada y de sufrir el protocolo antiyihadista que es muy estricto contra todas aquellas personas que suponen una verdadera amenaza para la seguridad.
Entre sus planes se encuentran el intento de secuestro frustrado con el fin de capturar a un soldado estadounidense y decapitarlo ante la cámara. Por otro lado, también se la acusa de planear un atentado con un adolescente que tenía la intención de acceder a una discoteca o concierto y abrir fuego contra la multitud
"Ella pasa el día llorando y quiere volver a Reino Unido, pero el Daesh no se lo permite porque la han obligado a casarse con un importante militar. Sé que ella quiere volver a su país". Las declaraciones parten de una de sus mejores amigas, Aisha, que afirma que su compañera se encuentra completamente desolada.
De la guitarra a la Yihad
La historia de Sally es completamente surrealista. Con 45 años, la mujer abandonó una acomodada vida en el condado de Kent, Inglaterra, donde había triunfado como guitarrista y cantante en una banda de rock.
Sus vecinos notaron algunos gestos raros, pero nadie sospechaba lo que estaba sucediendo en realidad: Sally estaba hablando a diario con varios yihadistas radicados en Siria y estaba entablando una amistad muy fuerte.
Un día cogió a su retoño, preparo las maletas y se fue completamente decidida a Raqqa, capital oficial del Estado Islámico, para unirse con su amigo (y después pareja), el rapero Junaid Hussein, con quien se decidió a emprender la Yihad. La mujer llegó a afirmar que no tendría reparo alguno en participar como terrorista suicida en un atentado: "Sé lo que estoy haciendo. El Paraíso tiene un precio, y sé que este es el precio del Paraíso".
Junto a sus planes de atentados, Sally Jones participó activamente como reclutadora del Daesh, llegando a captar a decenas de mujeres a través de redes sociales, antes de que sus perfiles fueran clausurados por orden judicial.
En Raqqa llegó a realizarse fotografías amenazadoras portando un Ak-47, con un niqab negro que cubría todo su cuerpo. Su hijo de 11 años, Jojo, al que llevó contra su voluntad, llegó a ser usado como escudo humano, para defenderse de los ataques aéreos que está realizando la Coalición Internacional liderada por EE.UU. contra el grupo terrorista.
Ahora, se arrepiente de todo lo que ha hecho y tiene la intención de volver a Inglaterra para recuperar su vida como estrella del rock.
