El huracán Harvey, declarado de categoría 4, ha resultado ser el más devastador desde 2005 en Estados Unidos. Los fallecidos aún se contabilizan y se encuentran en ascenso tras dejar ya más de 100.000 viviendas destruidas. El fenómeno ha causado víctimas mortales en países del Mar Caribe como Nicaragua, Honduras y Costa Rica; así como en las regiones al norte como Texas o la península del Yucatán, México. Fue declarado el estado de emergencia en Luisiana y en treinta condados del sureste de Texas.
Una vez más, las catástrofes humanitarias tratan de ser paliadas por donaciones de los ricos en lugar de con planificación y mayor intervención estatal. Muchos famosos son los que se han ofrecido a paliar esas carencias estatales como son los casos de Miley Cyrus, Leonardo DiCaprio, Beyoncé, Jennifer Lopez, Justin Timberlake, Sandra Bullock e incluso un millón de euros por parte del patrimonio privado del propio Donald Trump. Incluso la República Bolivariana de Venezuela va a donar 5 millones de dólares a las víctimas del país que precisamente trata de acabar con su régimen constitucional. Del mismo modo y como ya ocurriera en 2005 tras el Katrina principalmente en Nueva Orleans, ha ofrecido un porcentaje de los beneficios de la petrolera estatal venezolana para ayudar a la reconstrucción de viviendas de los damnificados.
Desamparo en Estados Unidos
En 2005 México ya ayudó con tareas humanitarias tras los estragos provocados por el Katrina, pero Donald Trump ha rechazado la posible ayuda de su país vecino en estos momentos debido a contactos para nuevas normas migratorias. De hecho ya realizó unas declaraciones asumiendo la gravedad de la situación:
Probablemente se trate de una tormenta como nunca hayamos visto [...]. La recuperación será larga y complicada
A pesar de ello no se impuso una estrategia de evacuación especializada y, el mensaje para los texanos por parte del presidente de los EEUU fue:
Van a estar a salvo. Buena suerte a todos
El estado de Texas, no obstante, sí ha buscado la ayuda de México. La suerte no ha sido, sin embargo, un factor destacado en la situación de los habitantes de Houston, Texas, donde los daños han resultado ser de una envergadura no vista en décadas debido a la falta de pronóstico sobre la permanencia del huracán entorno a la ciudad.
Casi medio centenar de fallecidos hay ya confirmados en Estados Unidos, pero como siempre, la pregunta que se plantea ante esta situación es qué clase de protocolo se puede seguir para evitar esta situación dramática. La respuesta la vemos al comparar los balances de otros huracanes, como el Matthew, mientras ya se aproxima el próximo temporal: Irma.
Las antítesis del Caribe
En el caso de Harvey, se están registrando vientos de 215 km/h y los mayores daños se están produciendo sobre Texas pero Matthew fue la mayor tormenta de toda la temporada de huracanes del Atlántico en 2016. A finales de año se alcanzaron los 260 km/h y en ese caso la peor parte tras Colombia y Venezuela cayó sobre las islas del Caribe como Cuba y La Española -conformada por Haití y la República Dominicana-. Si bien fue uno de los huracanes más destructivos de la historia reciente de ambas islas, en Haití dejó 1600 fallecidos mientras en Cuba no hubo ninguna víctima mortal. Incluso en Estados Unidos, tras perder fuerza, dejó un número de víctimas mortales similar a Harvey hasta la fecha.
Cuba, cuando el Estado actúa
¿Pero cómo puede haber tanta diferencia? El hecho es que Cuba ha logrado minimizar drásticamente el número de víctimas por estos temporales, debido a que son claramente predecibles sus trayectorias y no se deja a los habitantes con la libertad de quedar desamparados ante la "suerte". Poco más de 15 fallecidos en Cuba en todo lo que va de siglo, aun estando en el epicentro de todas las temporadas de huracanes en el Caribe, es el balance de una inmensa estructura piramidal que va desde la dirección nacional hasta cada municipio.
Ante la más mínima alerta de huracanes o perturbaciones naturales peligrosas para los ciudadanos, se activa la Defensa Civil, formada por ciudadanos de todos los gremios, así como el ejército y los bomberos. Se realizan labores informativas en todas las regiones alertadas y se evacúa a cientos de miles de personas que habitan en viviendas poco seguras, que tienen asignada a otra familia cercana que puede acogerles, se guardan provisiones y se planean todo tipo de actividades para pasar el temporal a salvo.
La Defensa Civil puede emplear los medios de transporte de cualquier empresa, autobuses, etc. para realizar las evacuaciones y evitar las aglomeraciones que resultaron en un bloqueo de Nueva Orleans por el uso del transporte privado y descontrolado en 2005. Además, el Estado cubano no permite quedarse en zonas peligrosas a los pocos que rehúsan ser evacuados, por lo que el éxito de la estrategia reside en superponer los intereses humanitarios a los económicos sin que importe paralizar la economía del país durante unos días.
Haití, un país fallido
Haití es un estado en ruinas, uno de los más pobres del mundo, con un 80% de personas viviendo en la pobreza extrema, asolados por el paro generalizado, la corrupción y el analfabetismo. Desde el devastador terremoto en el que los países occidentales aprovecharon para hacer negocio, Haití ha quedado como un protectorado al estilo de Puerto Rico, que ya se ha declarado en quiebra. Todo esto explica su incapacidad de forjar un Estado capaz de organizar un modelo humanitario como el cubano, que por otro lado, ha sido uno de los países americanos que ha logrado erradicar el hambre, según la FAO. Por eso cuando un temporal azota sus costas, las víctimas se cuentan por cientos o miles como si de Estados Unidos se tratara.
Finalmente, el próximo gran fenómeno meteorológico del Caribe, Irma, ya se encuentra a las puertas de La Española. Se han activado todas las alarmas pero lamentablemente, Haití no se encuentra preparada para hacer frente de manera individual al temporal que se aproxima tras dejar destrozos sin igual en las regiones costeras vecinas. Se espera que sea uno de los más destructivos y, si no se va a imitar la estrategia cubana, Florida estará en grave peligro. Irma ya ha arrasado con diversas localidades del Caribe, se prevé que en los próximos días toque suelo americano y su extensión en el ojo del huracán ya es de unos 50 kilómetros de diámetro. Esta misma noche está prevista su llegada a Haití, que se recupera de los estragos del huracán Harvey en estos momentos. Ha alcanzado los 280 kilómetros/h y su rastro ha afectado gravemente el puerto de San Martín, así como las islas de Antigua y Barbuda, San Bartolomé, Anguila, San Cristóbal y Nieves, entre otras. Pero las previsiones, del mismo modo, han alertado República Dominicana, Cuba y de especial manera, Puerto Rico. Veremos de nuevo la diferencia entre ambas estrategias cuando amaine.