Ya sea en valles perdidos, en barrancos o en altas montañas, dentro de cuevas o incluso dentro de otros países, estos pueblos muestran características irrepetibles que los hacen únicos. Además, el turismo en ellos es la opción perfecta para conocer lugares donde la tranquilidad reina y la despoblación es un hecho cada vez más grande. Así, presentamos algunos de los pueblos aislados de España perfectos para desaparecer una temporada.
1 Paradilla de Gordón (León)
Este pueblo, que cuenta con tan solo cinco habitantes, se encuentra al norte de la provincia de León. Ubicado en la Montaña Central, Paradilla de Gordón tiene una característica curiosa al margen de su diminuta población: se han declarado como república independiente. El acceso a él, como a la mayoría de pequeños pueblos y aldeas, es complicado. Hay que tomar una carretera que en su parte final se estrecha tanto que el camino se reduce a un único carril.
El lugar más de ocio del pueblo es, como en todos, el bar. Previamente era una escuela y por ello conserva su apariencia de colegio. Además, cerca de la iglesia románica de Paradilla hay un mirador que apunta hacia un acantilado, desde donde se consiguen instantáneas dignas de postal turística.
2 Cuevas del Agua (Asturias)
En este caso, el pueblo está escondido en el municipio asturiano de Ribadesella, y lo llamativo es el modo de acceder a él. La entrada es un enorme hueco natural, al que llaman 'La Cuevona', formado a lo largo del tiempo por la erosión lenta y continua de los elementos naturales de la zona.
La cueva se puede atravesar enteramente por coche, moto, bici o andando aunque es aconsejable es recorrer este hermoso trayecto a pie. Pasar por este pequeño asentamiento convertirá atravesar un pequeño "túnel" en toda una experiencia, gracias al arroyo que fluye dentro de la cueva.
El lugar es una manera de vivir la naturaleza de una manera muy cercana, ya que está conservado perfectamente y cuenta con iluminación artificial, para que los relieves y los colores de la piedra resalten aún más. No solo eso, la cueva cuenta también con formaciones de piedra y calcio como estalactitas, estalagmitas, columnas o coladas.
3 Llívia (Girona)
Este pueblo se ubica en mitad de los Pirineos, a 1.223 metros de altura. Esta pequeña villa parece no haber sucumbido a los galos, ya que Llívia es un enclave español, catalán y gerundense completamente rodeado por territorio francés.
Se encuentra ubicado en la comarca de Baja Cerdaña, en la ladera del pico Carlit, y unido a España por la carretera N-154. Esta estrecha vía, es responsable de conectar Puigcerdà con el enclave y fue la protagonista de la conocida como 'Guerra de los Stops' durante los años 80. Lo mejor de estar en este enclave es sencillamente eso, estar en él. Pues debemos ser conscientes de que no siempre va a ser posible dormir en España estando rodeado de Francia.
Dentro de las actividades que se pueden hacer se incluyen: viajar a lugares fronterizos, microestados o minúsculos islotes; tomar un café en la plaza mayor o ver algunos de sus edificios más importantes; visitar la la célebre farmacia Esteve, la más antigua de Europa o visitar la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles y la Torre de Bernat de So.
4 Masca (Tenerife)
Las Islas Canarias han sido el paraíso natural de nuestro país durante muchos siglos. En la isla de Tenerife se encuentra el que muchos denominan como el 'Machu Picchu canario'. El pueblecito de Masca se ubica en lo alto de un risco del Parque Natural del Teno. La villa está rodeada por montañas y da acceso al barranco de Masca. Existen unas rutas que recorren este fenómeno geológico, que tras grandes desniveles y una esforzada bajada, acaba en una playa de arena negra típica de la isla volcánica.
Dada la gran dificultad que acarrea desandar este camino, la mayoría de los visitantes optan por llegar al pueblo en taxi o en coche propio y volver a sus destinos en barco, después de haber bajado al puerto de Los Gigantes, con unas preciosas vistas de los acantilados con el mismo nombre. La población de este asentamiento cerca de Santiago del Teide cuenta con aproximadamente 100 habitantes.
5 Fuente Dé (Cantabria)
Este pequeño pueblo dentro del municipio de Camaleño, es un asentamiento que cuenta con únicamente 14 habitantes. Lo impresionante de la ubicación es las vistas que tiene sobre los Picos de Europa. Situado con un desnivel de más de 700 metros, Fuente Dé tiene el honor de ver nacer el río Deva y posee preciosos hayedos.
Su situación permite realizar rutas espectaculares en el entorno de los Picos de Europa. Por ejemplo, se puede llegar tras 22 kilómetros al monasterio de Santo Toribio de Liébana o ascender a los 1.916 metros del Alto de la Higuera. Además, se puede aprovechar para hacer una visita al pueblo de Potes, cabeza de Liébana.
