El 70% del total de los desperdicios de hogares y empresas lo constituyen una serie de objetos desechables de plástico. Consumimos mucho más plástico del que podemos imaginar, y eso ha llevado a las instituciones preocupadas por el medioambiente y el futuro del planeta, a tomar una decisión tan drástica como necesaria.
El pleno del Parlamento Europeo, durante el primer trimestre del año 2019, ha aprobado una nueva normativa por la que se prohíben los objetos de plástico de usar y tirar. La ley entrará en vigor a partir del 2021, por lo que será en ese año cuando desaparezcan este tipo de utensilios, en muchas ocasiones prescindibles o sustituibles por otros de caracter reciclable. Hasta entonces, tendremos que acostumbrarnos a vivir sin ellos, y así pasar a contribuir en el cuidado del planeta que habitamos.
Los objetos que van a desaparecer a favor del bienestar del planeta y del medio ambiente son los siguientes:
1 Pajitas de plástico
Las pajistas de plástico son uno de los objetos más contaminantes para el medio ambiente. Los tubitos que sirven para sorber líquidos pueden tardar en descomponerse unos 500 años. Si lo piensas bien, resulta absurdo utilizar un objeto unos pocos minutos sabiendo que va a estar en la Tierra cinco siglos.
El mayor daño lo provocan en los sistemas marinos, en los fondos de los oceános. Según las cifras, ya se ha calculado que en Europa se llegan a utilizar alrededor de 36.500 millones de pajitas al año. Y por eso es evidente que la mejor y única solución para evitar este daño es dejar de utilizarlas. Para muchos, el uso de pajitas para beber cualquier tipo de bebida es completamente evitable. Pero para los que quieran seguir utilizándolas, existen unas cuantas alterantivas, como son las pajitas reutilizables de vidrio, bambú o acero, o las pajitas de papel, que son fácilmente reciclables.
2 Cubertería de plástico
La Unión Europea ha estimado pertinente que a partir de 2021 se prohiba el uso de cubiertos, platos y vasos de plástico. Es cierto que este tipo de objetos son muy útiles en reuniones, grandes eventos o comidas al aire libre. Pero hay que tener en cuenta que su consumo es altamente contaminante y dispara el malgasto de plástico con creces.
Si lo que se pretende con su uso es evitar manchar la cubertería de porcelana de casa, estos objetos se pueden sustituir por los mismos, pero elaborados con materiales reciclables. Por ejemplo, se pueden adquirir platos fabricados con fibras de caña de azúcar o de hoja de palma, y vasos y cubiertos de cartón o bioplástico.
3 Envases de poliestireno
Una de las mayores preocupaciones en la actualidad para la conservación del medio ambiente son los envases de poliestireno, y por eso se van a dejar de usar en 2021. Este material es muy contaminante, y se encuentra en envases de comida rápida o preparada, en vasos o en bandejas en las que se sirven productos en los supermercados. En muchas ciudades estadounidenses como Nueva York, San Francisco o Seattle, donde se consumía este tipo de objetos en cantidades extremas, hace ya unos años que se ha prohibido su uso.
4 Bastoncillos de los oídos
Los batoncillos utilizados para limpiar el cerumen de los oídos pueden llegar a alcanzar el 60% de la basura que va a parar a las aguas residuales. Esto se explica porque la mayoría de la gente, después de usarlos, los tira por el váter. Al final, los bastoncillos terminan en los océanos, en los ríos y en las playas, lo que provoca una amenaza para la salud de muchas especies animales.
Existen algunos fabricantes que se han empezado a plantear la elaboración de estos utensilios sustituyendo el palo de plástico que soporta los algodones por uno de cartón reciclable. Además, también hay lugares donde se han adelantado a la normativa europea que prohíbe su uso. Por ejemplo en Francia, donde ya en 2020 se va a prohibir la comercialización de los bastoncillos de plástico.
Hay que tener en cuenta que todos estos objetos, según una estimación de la Comisión Europea, suponen más del 80% de los desechos que van a parar al mar. Estos plásticos son ingeridos por los peces, por las tortugas, las focas, las ballenas y todo tipo de animales marinos. Y por tanto, en muchos casos terminamos ingiriéndolos también nosotros, sin darnos cuenta. Por eso la normativa europea es una perfecta oportunidad para pasar a la acción, para recudir el uso del plástico todo lo posible, y así mejorar nuestra calidad de vida y la de las generaciones que nos van a suceder.