El tantraes una filosofía milenaria que, por desgracia, aún pasa muy desapercibida. Es una tradición esotérica oriental que trata de enseñar a las personas a transformar ese deseo material en algo espiritual. Tiene muchas variantes, entre las que encontramos el hinduismo o el budismo. Pero no solo enseña a vivir de una forma mucho más moderada, sino que también tiene ejercicios con los que permite hacer de la sexualidad algo totalmente diferente.
Si tus orgasmos te parecen insuficientes, o te gustaría hacer de ellos algo mucho más emocionante, no tienes más que seguir leyendo. Porque con estos cuatro ejercicios de tantra, pasarás a ser la persona más feliz del mundo tras mantener sexo, ya sea en compañía o contigo misma.
Los cuatro ejercicios que no debes olvidar a partir de ahora
Lo primero que te enseña el tantra es que debes trabajar tu respiración, y debes aprender a meditar. Esto, aplicado al orgasmo, hace que este último sea mucho más potente. Hay multitud de formas de meditar completamente diferentes, y lo único que debes hacer es investigar e ir probando. Meditar puede no resultar sencillo en un primer momento, pero es cuestión de ir probando e ir aprendiendo. Busca un lugar tranquilo, siéntate y comienza a concentrarte en tu respiración. Hay aplicaciones para smartphone que seguramente te puedan ser de gran ayuda. Y, una vez que aprendas a controlar tu respiración, intenta hacerlo durante el orgasmo; verás como todo mejora.
La filosofía tántrica enseña que, a la hora de mantener relaciones, es fundamental hacerlo en un espacio en el que tú te puedas encontrar a gusto. Tu habitación, o tu salón, o donde sea que vayas a hacerlo, debe resultarte cómodo y acogedor; debe estar limpio y, sobre todo, debe oler bien. Una vez preparado el espacio, también es importante que seas consciente de ti mismo y de quien está contigo. Mira a tu pareja a los ojos, conócele, que te conozca, que os sintáis en conexión. Veréis como eso hace que todo vaya más fluido y que haya una mayor participación en general.
En tercer lugar: recuerda que el sexo va más allá del coito. El tantra enseña la importancia de las caricias, del piel con piel, de la estimulación con las manos, de la calma y la fluidez. No es necesario ir directos al grano, sino crear una atmósfera acogedora, e ir sintiendo como todo va fluyendo poco a poco. Solo así podréis llegar de verdad al cuarto lugar: el orgasmo más duradero.
Lo explica de la siguiente forma Sashi Solluna en su libro 'Tantra': cuando te encuentres cerca del orgasmo, "puedes empezar a canalizarla mediante la inhalación a través de tu columna. Gira la pelvis hacia dentro y hacia abajo, introduce el vientre ligeramente y baja la barbilla manteniendo las cervicales erguidas, esta postura te ayudará a conseguirlo". "Estás enderezando toda la columna, facilitando el ascenso de la energía sexual. Inhálala hacia la coronilla, donde retendrás el aliento un momento. Cuando estés listo para exhalar, deja que la respiración descienda por la cara interior de tu cuerpo". Disfruta y, sobre todo, disfruta más gracias al tantra.