Una Coca-Cola. Ese refresco de tono oscuro, burbujeante, refrescante y que nos encanta. Los hay más o menos adictos, pero hay que reconocerlo: este refresco nos encanta y cada vez nos cuesta encontrar a nadie que no lo consuma.
Sin embargo, todos sabemos que no es especialmente saludable. Hemos oído todo tipo de teorías conspiranoicas: que si dejaron un filete inmerso en coca-cola y quedó completamente deshecho, que si afecta a los huesos... ¿y si nos remitimos a la ciencia?
La respuesta real a toda esta incógnita se la debemos al farmacéutico británico Niraj Naik, que ha compartido la siguiente infografía en su blog personal. Gracias a ella, podemos comprobar qué sucede en nuestro organismo varios minutos después de consumir este rico refresco.
1 Los primeros 10 minutos
Cada lata de Coca-Cola contiene el equivalente a 10 cucharas pequeñas de azúcar, es decir, el 100% de todo lo que debemos de consumir a lo largo de una sola jornada, lo cual es muy peligroso porque nos predispone a desarrollar todo tipo de enfermedades.
La ingesta de este azúcar, poco saludable, produce un efecto natural de rechazo en el organismo, que debería de inducir al vómito de manera inmediata. Sin embargo, como el refresco cuenta con ácido fosfórico, esta reacción tan desagradable se pierde.
2 Tras 20 minutos de consumir la lata
El hígado comienza a trabajar más de la cuenta. El pico de azúcar ha llegado a sus niveles máximos y el cuerpo no puede asumirlo: correría el riesgo de envenenarse, de intoxicarse.
Por todo ello, el hígado empieza a convertir el azúcar en grasa. Un trabajo extra que, si se repite constantemente, puede conllevar patologías como la esteatosis hepática, es decir, el hígado graso, que en gran parte de las ocasiones se acompaña de lesión.
3 Tras 40 minutos
Tras los efectos del azúcar, llegan los de la cafeína. A los 40 minutos de haber consumido la lata, nuestro organismo la ha absorbido al completo, lo que provoca que las pupilas se dilaten.
Además, la presión arterial aumenta como consecuencia de que el hígado vierte más azúcar en el torrente sanguíneo. A todo ello se suma que los receptores de adenosina, un modulador del sistema nervioso, se bloquea al completo porque el cerebro se prepara para prevenir la somnolencia.
4 Tras 45 minutos
45 minutos después de consumir la lata, el cerebro vuelve a producir una respuesta muy placentera: segregar niveles especialmente altos de dopamina, conocida como la hormona del placer.
Esta sustancia también se desequilibra con otras sustancias mucho más nocivas, como la heroína, y es la principal vía de adicción con la que cuenta esta droga. Si quieres producirla de una manera saludable, un consejo: haz deporte.
5 Una hora después
El ácido fosfórico, ese que nos ayudó a impedir el vómito cuando sufrimos un subidón especialmente fuerte de azúcar, ahora se unirá al calcio, magnesio y zinc del intestino inferior, proporcionando un nuevo impulso en el metabolismo.
Este hecho puede dificultar que estos nutrientes colaboren en el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Todo ello puede provocar, por ejemplo, que nuestros huesos se debiliten y que nos expongamos a enfermedades como la osteoporosis.
6 Más de una hora después
La cafeína tiene propiedades diuréticas, y una hora después de haber consumido la lata, harán su agosto. Es decir, necesitarás orinar,miccionar, hacer pis, ir al baño o como quieras decirlo.
¿Y qué pasará? Que junto a la orina, tu cuerpo perderá los nutrientes que necesitaba, tales como el calcio, magnesio y zinc que se dirigían a los huesos, como sodio, electrolitos y agua. Y todo, por una 'inofensiva' lata de Coca-Cola.